análisis

Una noche con Obrero Messi

Solo dos partidos oficiales después de la llegada de Koeman y los diez acompañantes ya se sienten libres para jugar tanto combinando con Messi como para no hacerlo

Messi, ante el Celta.

Messi, ante el Celta. / periodico

Antonio Bigatá

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Los opinantes independientes no hemos de correr, que los que tienen que correr son los jugadores. Si somos responsables hemos de tener en cuenta que el Barça de Koeman ha disputado únicamente dos partidos de Liga. Es mejor que nos parezcamos lo menos posible a los Publicistas Partidistas de Madrid (hay que pronunciarlo "Periodistas de Cámara del Real y del Atlético"), esos que después del primer partido ya empezaban a preparar las candidaturas del Atlético a un doblete de Liga y Champions, a Joao Félix para el Balón de Oro y a Luis Suárez como Bota de Oro más goleadora del universo. Desde aquí de momento todo lo que podemos decir es que el equipo del Barça promete. O que el equipo esta vez arranca con buenos principios.

Si intento decirlo de otra manera explicaré que el Barça ha iniciado lo que parece ser más una ruptura que una reforma. ¿Indicios? Son de dos tipos. Uno es general: la nueva ubicación de los mismos jugadores sobre el mismo campo, la dinámica made in Getafe/Bordalás de mucha intensidad y lucha puesta al servicio de su categoría técnica superior, la recuperación de la precisión en el pase rápido y con pocos toques, el incremento de presión rápida sobre los defensores adversarios cuando se producen pérdidas propias de balón, la mayor decisión tanto defendiendo como atacando (ligada a una drástica reducción de los pases horizontales hechos para que vaya pasando el tiempo).

El otro indicio es el veloz cambio del papel  operativo y psicológico de Messi. Solo dos partidos oficiales después de la llegada de Koeman y sus diez acompañantes ya se sienten libres para jugar tanto combinando con Messi  como para no hacerlo. Es una cuestión profunda. Dios Messi se está convirtiendo en Obrero Messi sin perder más calidad o recursos que lo que depende estrictamente de que ahora ejerce ese nuevo papel y es físicamente un año más viejo. Parece haberse apeado de un trono personal dorado y brillante para encaramarse a un andamio colectivo en el que se trabaja duro incluso en las cosas delicadas, con el único peaje de que todos -él, el primer- sabemos lo que ha pasado y nos toca superar la impresión de que ahora parece poner una cara menos esplendorosa que antes. Pero picando más piedra y en equipo continúa siendo buenísimo con su tradicional hambre de ganar los partidos.

Clarificación ante las elecciones

Si le llamamos Obrero Messi descubriremos alrededor suyo otros protagonistas que también merecen apodos. En Vigo todo el mundo vio que el árbitro Del Cerro hacía rápidos y enérgicos méritos para que le denominemos Hará Carrera. ¿Quién duda de que si vuelven a ponerse de moda los cromos el de Ansu Fati será muy buscado como Niño Adulto? Y si confirma todo lo que promete y se convierte desde la cantera del Barça en el sucesor natural del esplendor cósmico de Messi  hay un tal Floren al que se reconocerá por su Doble Casco de Vikingo aunque lleve las defensas más bien desmochadas.

En paralelo, se van clarificando algo las cosas de cara a las elecciones del Barça. Empiezan a circular opiniones razonadas. Hay una muy eliminativa de varios de los nombres que suenan. Subraya que después de la política deportiva aplicada se debe ir con cuidado y no votar a Bartomeu ni siquiera si se presenta  -por la imposibilidad legal de dar la cara- disfrazado de cualquier otro candidato. Tampoco respalda a Rousaud con el argumento de que quien dice con ligereza que han metido mano a la caja cuando en realidad quería decir bastante menos podría poner en apuros a la institución si es investido con todos los poderes.

Y a la vista del inicio de esta temporada marca asimismo distancias con la precipitación de Víctor Font cuando anunció que haga lo que haga Koeman él si gana lo sustituirá jerárquicamente por Xavi, al que más allá de los jeques considera particularmente más suyo que de los demás barcelonistas. Unos cuantos goles a favor, cero en contra, y todo empieza a moverse en diversas direcciones alrededor de Koeman en Can Barça.