Dos miradas

La Sardà y las palabras

La Sardà: porque era honesta, era arisca

La Sardà: porque era honesta, era arisca / periodico

Emma Riverola

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<strong>Lo escribió Xavier Sardà: ha perdido una lectora, y mucho más.</strong> Todos los que escribimos en estas páginas la hemos perdido. También los lectores, porque ella era su compañera. Cada mañana, con el diario en las manos, exigía su lugar en mundo. Su mente siempre presta para asentir o disentir, para aprender, reflexionar, emocionarse o enfurecerse. Crítica, sagaz, implacable. La Sardà y las palabras, la más apasionada historia de amor. Las acarició todas. Las engrandeció, susurró, cosquilleó y exaltó en todos los tonos. También las escribió con las entrañas. Y las anudó a las ausencias y a la memoria. Fue su mejor amante, pero supo que nunca sería dueña de ellas. Nadie lo es. Solo los necios creen que pueden estampar títulos de propiedad sobre algunas. Y ella no soportaba la necedad.

No, no fue su dueña. Pero, inevitablemente, algunas palabras se sienten huérfanas estos días. ¿Quién luchará, quién las defenderá cómo ella hacía? Con todo el valor. Con todo el miedo. Hasta en su debilidad era grande. Nos queda el eco. Y esas páginas en las que ha quedado impregnada su voz. Y el silencio. Qué orfandad.

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