Contra el covid-19

Diseño que salva vidas

Jaime, estudiante de 18 años, imprime en casa armazones para el personal sanitario en Zaragoza

Jaime, estudiante de 18 años, imprime en casa armazones para el personal sanitario en Zaragoza / periodico

Juli Capella

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Imprímase usted mismo su mascarilla. Ante la falta de suministro, la empresa chilena Cooper3D ha lanzado el proyecto Nano Hack, un archivo de código abierto que puedes bajarte para imprimir en 3D. Está hecha con material de nano partículas antibacterianas reutilizable. Estos días los creadores están poniendo su talento al servicio de problemas vitales coordinados en CoronavirusMakers.org. El estudio danés Kilo Design ha creado una máscara especial para niños, con aspecto de juguete. Seat propone reutilizar filtros de automoción como mascarillas. <strong>La escuela Massana ha creado un protector autoeditable. </strong>Se está ultimando <strong>una máscara fabricada en grafeno, G-Volt,</strong> con una membrana eléctrica que eliminará el 99% de las partículas nocivas.

Otros, con ánimo más irónico que funcional, han ideado caretas con restos de zapatillas, <strong>botellas</strong> e incluso una compresa. Danielle Baskin ha lanzado mascarillas donde imprime la foto de cada persona, para acceder al acceso facial del móvil. Lo llama producto distópico de tendencia, y ahora no da abasto con los encargos. Hay quién va más allá como Sun Dayong con su capa Be a Bat Man, un escudo portátil y plegable de fibra de carbono, con esterilizadores del ambiente. <strong>El estudio inglés Bompas & Parr ha lanzado un concurso de dispensadores de gel sanitario,</strong> que se exhibirá en el Design Museum y Christie’s subastará. La iniciativa Create Cures reúne a varios diseñadores chinos con propuestas como una lámpara de rayos ultravioleta que esteriliza las llaves o el móvil; o un gel que cambia de color, del rojo al azul en 60 segundos, para indicarte el tiempo de fricción. En el extremo opuesto está la mascarilla más carilla -perdón por la broma-, que vende la marca Fendi por 200 €, o la de Vuitton que muestra una dentadura con su estampado. Se las ponen los famosos y lo cuelgan en Instagram. Es cierto que el diseño es responsable de crear armas y frivolidades, pero también jeringuillas, <strong>o el respirador Leitat 1 de Magí Galindo que ahora salvan vidas.</strong>