Nuestra cuota de CO2

Los gobiernos y ayuntamientos no paran de tomar medidas para reducir la contaminación de CO2. Medidas que nos afectan a todos sin tener en cuenta cómo nos organizamos en nuestra vida privada. Un ejemplo. Mi amiga Anna tiene una moto Honda 250 de hace 20 que la lleva a todas partes. En pocos meses, la multarán si sale con ella entre semana por las calles de Barcelona. Ella, que es vegetariana, no fuma y solo contrata energía verde para la luz y el gas de su casa. Esa moto es el único capricho que contamina en su vida. ¿No tendría que compensar por todo lo demás? ¿No tendríamos que tener una cuota de gasto de CO2 al año y así gastarlo como a cada uno le vaya mejor?

No somos todos  iguales ni todos tenemos las mismas necesidades. Mi amigo Juan no viaja. No pilla aviones y va todo el día en bici. Él podría fumar o comer mucha carne. ¿Que quieres viajar cinco veces al año? Pues nada de poner la calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano. Yo bebo agua del grifo y gano puntos para ir en barco este verano con mi amigo Oscar. Sería justo, ¿no? Es absurdo intentar controlar el gasto de CO2 limitando por horas algunos vehículos. La moto de mi amiga contamina igual un lunes que un sábado  Y puestos a mirar, nos podríamos fijar más en las baterías de los coches eléctricos, las botellas de plástico, la ropa, el consumo de carne, los viajes en avión, los cruceros, los teléfonos, los ordenadores y ¡la nube! Sí, la nube digital donde tenemos todos nuestros archivos. Eso son miles y miles de servidores gigantes que no paran de consumir electricidad. Esa electricidad que prácticamente siempre proviene de la energía nuclear.

Hay que establecer un sistema de puntos para controlar todo esto. Nos ganaríamos el derecho de reducir la contaminación de una forma más práctica y equitativa. ¿Pero saben que es lo que más contamina? ¿Lo que nadie se atreve a decir? ¿lo que va acabar con nuestro planeta porque es insostenible? Tener hijos. Eso es lo que tendríamos que dejar de hacer. Fabricamos demasiada gente.