El 62%

Una gran mayoría de la población cree que la sentencia será condenatoria. No digo todos, porque la encuesta de EL PERIÓDICO nos dice que un 30% de los catalanes piensa que se concretará en una inhabilitación o en la absolución de los encausados. Me temo, sin embargo, que la opinión de los encuestados es más un deseo que una intuición. La realidad nos pegará una paliza considerable que nos abocará a un futuro incierto, crítico. En función de quien analice la situación y de los juicios previos que cada uno aporte a la lectura de la sentencia, podemos discurrir entre una cierta conmiseración, hoy por hoy difícil de creer, y una venganza que se plantea como un despótico aviso para navegantes. ¿Y después? Después, quiero decir, de las previstas y previsibles (y algunas imprevisibles) reacciones de respuesta y protesta.

La misma encuesta dibuja un panorama tristísimo. Un 62% de los catalanes cree en el indulto. Es decir, y más allá de los detalles jurídicos, en una voluntad de pasar página judicial y de entrar en los capítulos de la política. Un 62% de los españoles cree en lo contrario. Es decir, prisión y represión. El mismo porcentaje, la misma dramática grieta.