LA CLAVE

La sucesión de Torra

Tras la previsible inhabilitación de Torra, entre febrero y abril, Aragonés le relevará como 'president'. Si entonces la demoscopia sonríe a ERC, Aragonès forzará elecciones. Entre tanto, todo igual: No hay Gobierno, hay Propaganda

Pere Aragonès y Quim Torra

Pere Aragonès y Quim Torra / ALBERT BERTRAN

LUIS MAURI

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La secuencia televisiva es reveladora. Reténganla. El 'president', Quim Torra, su gobierno y la bancada independentista jalean en el Parlament a siete nacionalistas acusados de terrorismo. Gritan y aplauden. "¡Libertad! ¡Libertad!" La bronca en el hemiciclo es colosal. Abandonos. Expulsiones. Bramidos. En medio de la barahúnda, destaca una figura inmóvil. A la derecha de Torra (JxCat), su vicepresidente, Pere Aragonès (ERC), no mueve ni un músculo. Rígido, incómodo, petrificado. Su mirada busca refugio en la nada. Atención a este hombre atribulado, volveremos luego a él.

La historia del autogobierno catalán de los últimos años se resume de forma sucinta: No hay Gobierno, hay Propaganda. Esta descripción podría colgar en la fachada del Palau de la Generalitat, convertida últimamente en un dazibao maoísta. Desde que dos vecinos como Lluís Llach y Antonio Baños entraron como Pedro por su casa y colgaron su proclama, no faltan ciudadanos al corriente de sus obligaciones fiscales que reclaman un rincón allí para tender la colada. Tampoco hay que exagerar. Con un enunciado ajustado a la realidad sería suficiente: No hay Gobierno, hay Propaganda.

'President' Aragonès

Habíamos dejado a Aragonès cariacontecido en el Parlament. La guerra entre ERC y JxCat por el cetro nacionalista está en su apogeo. Solo la inminente sentencia del Tribunal Supremo impide un choque sin cuartel. Torra está amortizado. En noviembre será juzgado por desobediencia. La sentencia está escrita. Él mismo admitió ante el tribunal que había desobedecido a la Junta Electoral. Será inhabilitado. La sentencia puede ser firme entre febrero y abril. Inhabilitado Torra, Aragonès devendrá presidente accidental. Se abrirá un plazo de diez días para iniciar una nueva investidura. JxCat reclamará su derecho. Inhabilitados para entonces los presos del ‘procés’, el resto de la lista de Carles Puigdemont del 2017 es, por decirlo así, pintoresca. Si en ese momento los hados demoscópicos le sonríen, Aragonès forzará elecciones. Entre tanto, sin Gobierno; Propaganda.