'Mindhunter': todo bien

Qué maravilla cuando todos los elementos en juego brillan, todo se toma en serio y todas las piezas encajan. Por recomendación de mi amigo y compañero en estas páginas Quim CasasQuim Casas, empecé el verano recuperando la primera temporada de 'Mindhunter' (en Netflix). Una sugerencia doblemente ideal. Primero, porque es una serie extraordinaria. Segundo, porque el consejo llegó unos días antes del estreno de la segunda temporada… y, como intuirán los que la hayan visto, no pude evitar ver las dos del tirón. Mi intención no es hacer una crítica de 'Mindhunter', pero me apetecía compartir una impresión que me ha acompañado durante las dos temporadas, y ojalá me acompañara más a menudo cuando veo una serie o una película actuales. Es la sensación de que en ella está todo bien. De que en ella todo funciona. Y de que es así porque sus responsables han partido de un lugar más exótico de lo que parece, y de lo que debería.

Toda la serie es impecable por el absoluto celo puesto en cada uno de los elementos en juego

Han partido de la sabia apreciación de que en una serie o en una película todos los elementos en juego importan. Puede parecer una obviedad, pero si lo fuera no nos enfadaríamos tan a menudo por la dejadez que desluce (o arruina) tantas propuestas. Está esa cosa tan común de echarle siempre la culpa al director cuando una obra hace aguas o se derrumba, de culparle de todos los males de su propuesta como si el suyo fuera un trabajo en completa soledad. Pero ese gesto se desactiva cuando te encuentras con una serie del calibre de 'Mindhunter'. Aun sintiendo predilección por los capítulos de David Fincher, toda la serie es impecable por el absoluto celo puesto en cada uno de los elementos en juego. La dirección es magnífica, no solo la de Fincher. Pero lo es, en parte (importante), porque se dan las condiciones idóneas para que así sea, porque todo juega a favor de obra: el magnífico diseño de producción, a años luz del teatrillo de tantas propuestas ambientadas en otra época, el diseño de sonido (absolutamente alucinante), el reparto… No hay actor malo en la serie, y eso abarca de los principales a los figurantes. Destila 'Mindhunter' una visión global del audiovisual que debería servir de ejemplo.