Maragall y Colau se disputan la alcaldía

A tres semanas de las elecciones municipales del 26-M, la encuesta del GESOP para EL PERIÓDICO retrata una pugna codo a codo entre Ernest Maragall y Ada Colau, con una ligera ventaja para el candidato de ERC, en la carrera para el Ayuntamiento de Barcelona. El sondeo confirma también la fuerte recuperación del PSC y apunta hacia desaparición de la CUP del consistorio e, incluso, la del PP.

Si se considera la franja alta de la horquilla de Barcelona en Comú, ERC y la formación de Colau podrían alcanzar juntos la mayoría absoluta  para gobernar la ciudad, al sumar los 11 concejales de Maragall más los 10 de los comunes (llegarían a 21 regidores de un total de 41). Este pacto es el que prefiere la actual alcaldesa y, con este resultado, sería también la primera opción de los republicanos, ya que no hay una alternativa puramente independentista debido al retroceso de la antigua CDC (ahora Junts per Catalunya), que perdería 10 puntos y 4 ó 5 concejales para quedarse en 5 ó 6.

Colau tiene mejor imagen y valoración que su formación política, ya que, a pesar de perder uno o dos concejales, es la preferida de los barceloneses como alcaldesa, por delante de Maragall, Manuel Valls y Jaume Collboni. Es un fenómeno contrario al que ocurre con el PSC, cuyo fuerte ascenso parece deberse a la influencia del triunfo del PSOE en las elecciones generales. La notoriedad de su candidato, Collboni, se queda en el 64%, muy lejos de Maragall o Colau. Maragall puede beneficiarse también de la victoria de ERC en las generales en Catalunya. De ser así, se consolidaría la hegemonía de Esquerra en el seno del independentismo.    

El sondeo confirma el estancamiento de la candidatura de Valls, que solo mejoraría en dos puntos y un concejal el resultado obtenido por Ciutadans en el 2015. La valoración del exprimer ministro francés es muy baja y se sitúa, con 3,2 puntos, en el último puesto entre los candidatos. Después de su casi desaparición en Catalunya el 28-A, el PP está en el borde de obtener dos concejales o ninguno, mientras que la CUP se quedaría sin ninguna de sus tres actas. En cualquier caso, la fragmentación del electorado, con el voto joven apoyando aún a Colau y el mayor inclinándose por Maragall, otorga gran importancia al desarrollo de la campaña electoral y anticipa un consistorio en el que será necesario al menos un pacto a dos para gobernar Barcelona.