Una Semana Santa electoral

"A mí la legión"

PP, Cs y Vox han expresado su intención de ir a la procesión de Málaga, todo lo que sea por votos patriotas rancios

Ministros del PP acompañan a la Legión en la procesión del Cristo de la Buena Muerte

Ministros del PP acompañan a la Legión en la procesión del Cristo de la Buena Muerte / periodico

Jesús López-Medel

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El patriotismo es ya la principal o casi única referencia ideológica de numerosas organizaciones políticas. Los llamamientos al voto invocan banderas, símbolos o elementos puramente identitarios. Ello con olvido de las necesidades reales de las personas que van a elegir sus representantes. Los ciudadanos queremos que los políticos ofrezcan soluciones a nuestras necesidades y problemas más que envolverse en trozos de tela que, aunque evoquen naciones, son solo eso.

En una parte históricamente importante del catalanismo se refleja cómo están de desnortados, confusos y llegando a surrealismos que espantan. Con depuraciones como las de Carles Campuzano reflejan que solo quieren enredadores sin rumbo como el pirómano Puigdemont, barón de Waterloo, y su clon 'clown', Torra. ¡Vaya pareja de surrealistas! Para eso, incluso para un español no españolista, parece más coherente la actitud del ERC, al menos el líder Junqueras que lleva largo tiempo en prisión por un supuesto delito de naturaleza política. 

Nacionalismo rancio y catolicismo

Siendo Semana Santa, procede referirnos a las congregaciones de los otros 'patriotas' que basando solo su discurso en un nacionalismo rancio, lo mezclan, si ha menester, con el maridaje que siglos atrás y los 40 años de franquismo caracteriza a la Hispania: el nacional-catolicismo. En definitiva, la complementación de dos represiones y dogmatismos que han configurado siglos nuestra historia.

Hace un año, cinco ministros del PP acudieron emocionados a la procesión de Málaga del Cristo portado por legionarios con sus armas de fuego. Todos los peperos llevaban medallas de cofrades para las que desconozco si su dedicación a la represión de derechos de los más débiles les acreditó como mérito. Este año, en plena Semana Santa, coincide la campaña electoral.

En este caso, no es solo el PP sino también las otras derechas inequívocas como son Cs y Vox los que han expresado su intención de acudir a la procesión. Todo lo que sea por conseguir votos patriotas rancios les es bueno.  Afortunadamente la cofradía que lleva esa procesión les ha pedido, dada la coincidencias de fechas religiosas y electorales,  que evitasen su presencia política en esa fecha.  Ya veremos que sucede. Algunos, acaso, se harán representar, pero allí estarán todos los patriotas de nacionalismo español, aunque fuese trufado de un catolicismo tan castizo como casposo y alejado de los más desposeídos.

Pablo Casado ya ha concurrido disfrazado de nazareno (con sonrisa de azafato en plena Pasión) en Ávila hace escasos días. Ahora, es ya el momento culmen donde los deseos de concurrir para conseguir una foto se centran en Málaga y la Legión. Desconozco quiénes asumirán la petición de la cofradía de ausentarse del acto legionario-religioso o si delegarán para la foto en el tripartito gobierno de las derechas andaluces,  pero sí que tengo claro que es el 'remake' de aquella película de exaltación militarista de 1942 con la que titulo el artículo, y que es una retroacción al pasado.

Expresidente de la Comisión Derechos Humanos y Democracia de la OSCE.