Los moderados del PDECat denuncian el "chantaje emocional" de Puigdemont y la falta de democracia interna

Unos, los moderados, expresan ya en público su frustración por la severa derrota interna sufrida de nuevo a manos del 'expresident' Carles Puigdemont, mientras este se dispone ya a ir a por todas en las elecciones europeas con informes jurídicos según los cuales -a juicio de las fuentes consultadas- podría recoger el acta de eurodiputado si es elegido en los comicios de mayo. Los críticos tienen intención de dar la batalla, que de momento se queda en el marco de las declaraciones públicsa, mientras que los partidarios de la Crida y del 'expresident' se felicitan por los fichajes ajenos al PDECat en todas las listas electorales. Admiten que ha habido procedimientos mejorables pero alegan que es Puigdemont quien tira del partido electoralmente más allá de las costuras de una posconvergencia en proceso de descomposición.

De entrada, diputados de trayectoria larga en el Congreso como Carles Campuzano, desplazado de la candidatura por nombres como la 'consellera' Laura Borràs y la vicepresidenta del partido desde hace ocho meses, Míriam Nogueras, dejó de morderse la lengua. En declaraciones a SER Catalunya,  Campuzano, lamentó que no se hayan celebrdo elecciones primarias para escoger al cabeza de lista y mostró su determinación a seguir defendiendo sus posiciones dialogantes, en un PDECat que "ha de poder tener algunos debates pasado el 26 de mayo, pararse un rato y sin presiones ni chantajes emocionales de ningún tipo, abordar los debates que haga falta".Campuzano cargó contra la teoria del "no a todo" o del bloqueo del independentismo en Madrid. "He intentado practicar en el Congreso un soberanismo exigente, ambicioso pero que tenga una enorme vocación de ser  útil y eficaz, por una solución política acordada sobre el conflicto y no renuncie a defender los intereses sociales y económicos de la sociedad catalana que se deciden en política española, y claramente contrario al 'no a todo' y al bloqueo; no hay alternativa al acuerdo", esgrimió.

Contra el veto a los presupuestos de Sánchez

El todavía diputado sostuvo que hubiera sido positivo haber celebrado elecciones primarias para escoger al cabeza de lista a las generales. Campuzano no repetirá en las listas, según lo acordado ayer en el consejo nacional del partido.

"Hubiera sido mas inteligente facilitar el inicio de la tramitación [de los presupuestos] para dar tiempo al diálogo que se habían iniciado entre la Generalitat y el Gobierno, se optó por otra decisión, pero el resultado obtenido no es muy interesante para ningún objetivo del soberanismo político", incluida la situación de los presos, denunció. Todo ello con la intención de seguir en un PDECat que tenga "más confianza en si mismo".

Puigdemont, a por el acta

Mientras, fuentes cercanas a Carles Puigdemont sostenían que, pese a que la legislación electoral española indica que se debe recoger el acta de eurodiputado ante la junta electoral central -lo cual llevaría al 'expresident a la cárcel, al pisar territorio español- existen "informes solventes" que permiten sortear este trámite. "Es una batalla jurídica que se puede dar y quizás ganar"; añaden.

Los fieles al 'expresident' no escondían su satisfacción. En privado se admite que las cosas se podrían haber hecho mejor -la premura de Puigdemont por convocar el consejo nacional, la votación de las listas cuando todavía se desconocía el nombre del candidato por Girona o la inexistencia de elecciones primarias para el cabeza de cartel- pero subrayan que Puigdemont es el gran activo y referente de este espacio político.

El PNV

La apuesta por las europeas puede generar turbulencias en el pacto hilvanado por el PDECat con el PNV para estas elecciones. Cabe recordar que las relaciones de Puigdemont con el lendakari Iñigo Urkullu no son precisamente buenas. Del soberanismo vasco dijo en el 2017, tras un la renovación del cupo vasco con el Gobierno de Mariano Rajoy, que "hay quien cobra por ser español y hay quien paga por serlo”, lo cual motivó la réplica de un Urkullu que intentó hasta el útimo momento un pacto entre Puigdemont y Rajoy que evitar la DUI del 27-O.