Represaliados

La 'consellera' de Justícia, Ester Capella, desde su cargo y su sueldo, desde el presupuesto que gestiona, desde su pasado como concejala y senadora, <strong>publicó en Twitter:</strong> “Hoy hace 80 años del final de la Guerra Civil, hoy hace 80 años del inicio de la represión y el exilio… y hoy, continuamos teniendo represión y exilio”. Podría responderse a este tuit con un listado de todos los fraudes democráticos que se han hecho en nombre de esa “patria novella” para la que ella dice trabajar, desde quebrar las leyes, despreciar a la oposición y dinamitar la convivencia. Pero ellos, los represaliados y exiliados de la guerra civil, no se lo merecen. No se merecen que, como tantos otros conceptos y palabras, sean devorados y humillados -de nuevo- por los protagonistas de un ‘procés’ que hace mucho que perdieron la vergüenza. Por una tropa que, fagocitado el independentismo, ya solo contempla la manipulación y la intoxicación como argumentario. Primero fue una ‘estelada’ para cubrir la corrupción y el austericidio. Ahora, un gran lazo amarillo para ocultar tantos errores y tantas mentiras.

El pasado 24 de febrero, represaliados del franquismo fueron injuriados por un puñado de independentistas en el cementerio de Colliure al grito de fascistas. La banalización extrema de la memoria, la denigración de ‘los otros’, conduce a estas barbaridades. Tuits como el de la 'consellera' de Justícia, escritos desde la poltrona y el móvil, las alientan.