Dos miradas

El machismo y la bandera

Lo más preocupante es la permisividad con la que tantos han tratado el tuit machista de Albà contra Arrimadas, parecida a la que algunos conservadores dedican al pacto del PP y Cs con Vox

Terremoto por el insulto machista Toni Albà a Inés Arimadas por su viaje a Waterloo

Terremoto por el insulto machista Toni Albà a Inés Arimadas por su viaje a Waterloo / periodico

Emma Riverola

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La decisión de <strong>‘Polònia’</strong> de prescindir temporalmente del actor Toni Albà por llamar puta, de forma burdamente metafórica, a <strong>Inés Arrimadas</strong> no ha gustado a todos. Algunos miembros insignes del ‘procés’, desde el mediático economista Xavier Sala Martín a la inefable Beatriz Talegón, se han sumado a criticarla y a iniciar una llamada, también metafórica, al boicot al programa de TV-3. El economista anunció que ponía ‘Polònia’ en el congelador y Talegón comunicó su predilección por un libro en la noche del jueves.

El caso tiene múltiples aristas. Desde los límites de la libertad de expresión hasta la responsabilidad de los medios públicos. A pesar de que Albà no es empleado de TV-3, ya que su sueldo proviene de la productora de Toni Soler, su imagen no puede disociarse de esa televisión. Es evidente que su <strong>tuit despreciable</strong> mancha la emisión del programa. Y más, no nos engañemos, ante la <strong>inminencia del 8-M</strong>. También cabe la duda de si la sanción a las opiniones asquerosas debe ser la suspensión de contratos. Entre la impunidad y la severidad del castigo nos jugamos el carácter más o menos abierto de la sociedad. 

Más allá de la decisión empresarial, lo más preocupante es la permisividad con la que tantos han tratado el tuit de Albà, no demasiado alejada de la que algunos conservadores dedican al pacto del PP y Cs con los ultraderechistas de Vox. Al fin, una nueva versión de la capacidad protectora de las banderas. Tapa hasta el machismo más repugnante.