La irresponsabilidad del PP y Cs

En los últimos años el 'procés' ha generado escenas rocambolescas, encendidas polémicas y graves actos de irresponsabilidad, pero en pocas ocasiones todo ello se ha concentrado de forma tan nefasta como en la tormenta desatada este miércoles por una palabra, 'relator', que apenas tiene peso político. La decisión del Gobierno de que un relator, una especie de notario, facilite y actúe de fedatario en las reuniones de los partidos catalanes originó una tempestad política caracterizada por la profunda y enorme irresponsabilidad de los dos principales líderes de la derecha, Pablo Casado y Albert Rivera. Tal vez fue una decisión mal explicada por parte del Gobierno, pero ello no justifica las gruesas palabras que Casado y Rivera le dedicaron al Ejecutivo y a su presidente (traición, felonía, mentiroso) y mucho menos la convocatoria de una manifestación en Madrid para defender, se supone, el mancillado honor de España por el hecho de que un relator tome notas en las reuniones de los partidos catalanes.

La historia reciente del PP está repleta de irresponsabilidades históricas. También con manifestaciones se opuso a la negociación de José Luis Rodríguez Zapatero para terminar con ETA, y con recogida de firmas –entre otras maniobras– dinamitó la reforma del Estatut. Su forma de hacer oposición se caracteriza por una profunda deslealtad. Si a ello se le añade que PP, Cs y Vox están en plena competición para ver quién enarbola con más brío la bandera española, el resultado es que una tímida apertura como la del relator, un nimio gesto que busca ganar tiempo en la tramitación de los Presupuestos y construir confianza con la Generalitat, se haya convertido en el hecho más grave desde el 23-F, Casado dixit. Algunos barones del PSOE se han unido a las críticas movidos por el puro cálculo electoralista. Que la mano dura con Catalunya dé votos no parece generarles ni reflexión ni preocupación alguna.

El escándalo del relator es muy preocupante. Alimenta la imagen de una España intransigente que da alas al indepentismo. Si un relator es alta traición, ¿cómo piensan Casado y Rivera solucionar la crisis catalana? ¿Con un 155 eterno y más procesos por rebelión? En ambos casos supondría la suspensión de la Constitución, ese texto que dicen defender, en Catalunya. No es destruyendo el diálogo e incendiando redes y calles cómo se encontrará una solución a la crisis. Sobran pirómanos y falta responsabilidad y sentido de Estado.