El conflicto catalán

La imagen de los presos

La foto de este fin de semana en Lledoners seguro que tiene un efecto tranquilizador para buena parte de los catalanes, dejando a un lado la continuidad de la terrible injusticia que significa su encarcelamiento

Fotografía de los políticos presos en la cárcel de Lledoners

Fotografía de los políticos presos en la cárcel de Lledoners / ÒMNIUM CULTURAL

Andreu Pujol Mas

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La imagen de los presos políticos catalanes publicada recientemente en la prensa –no de las presas, que están en otro centro penitenciario- nos remite inevitablemente a otros momentos de la historia de Catalunya. Paralelamente, han vuelto a circular fotografías del Gobierno de Catalunya encarcelado después de los hechos de octubre del 1934, presentando la historia de este país como cíclica y la represión contra nuestros líderes políticos como una tónica habitual en época contemporánea.

Sin embargo, la comparación en este caso no es del todo acertada. La diferencia entre entonces y ahora es que los presos políticos de hoy están en la cárcel por haber fomentado el ejercicio democrático, sin un ápice de violencia, impulsados por una reivindicación –la del derecho a la autodeterminación- que tiene el apoyo de una amplia mayoría que va mucho más allá del independentismo militante. Acostumbrados a solo leer sus textos desde hace un año, la imagen es potente porque cuando no hay imagen aparece la imaginación.

Cuando Oriol Junqueras todavía estaba en Estremera tuve la oportunidad de poderle visitar. Antes de entrar, el pensamiento divagaba y fugazmente me lo presentaba abatido en la soledad de la prisión. Qué contraste con el hombre firme y decidido que me encontré detrás del cristal.

La foto de este fin de semana seguro que tiene este efecto tranquilizador para buena parte de los catalanes, dejando a un lado la continuidad de la terrible injusticia que significa su encarcelamiento. Los presos políticos saben que defienden una causa justa y lo dicen y lo publican siempre que pueden. Este convencimiento se transmite en la instantánea realizada con un fondo de muros y ventanas con rejas. Es también por este convencimiento que Jordi Turull y Jordi Sànchez han anunciado el inicio de una huelga de hambre que, si se lleva hasta las últimas consecuencias ante un interlocutor insensible, puede terminar de manera fatal e irreversible.