La clave

Mujeres esclavas

La legalización de la prostitución es la mejor vía para que el cuerpo de la mujer se siga considerando una mercancía y para legitimar la demanda por parte de los consumidores

zentauroepp45795863 proxeneta181107172359

zentauroepp45795863 proxeneta181107172359 / periodico

Olga Grau

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hay que ver el documental El proxeneta, de Mabel LozanoEl proxeneta,Mabel Lozano, para reflexionar sobre el estercolero que existe detrás de la prostitución. Un relato escalofriante sobre las mafias del tráfico de mujeres que operan en España con total impunidad y ante la chocante pasividad de las administraciones públicas y de la justicia que no han hecho nada para combatirlas. El trabajo de Lozano zanja de cuajo el perverso debate sobre la legalización de la prostitución con un argumento irrebatible: ninguna mujer nace para ser puta, por más que los que se lucran con el negocio del sexo se esfuercen en blanquearlo.

Vean el documental y juzguen si las mujeres que ejercen la prostitución lo hacen desde el empoderamiento de su cuerpo y con la libertad de hacer con él lo que quieran. Mírenlo y digan si creen que al legalizar esta actividad se acabará con las mafias y se mejorarán las condiciones de vida de estas mujeres que, por el hecho de ser mujeres, sufren más la pobreza, la desigualdad, la brecha salarial y la falta de oportunidades que los hombres.

Es perverso usar el argumento de que se combate la desigualdad y se mejoran las condiciones de vida de estas mujeres con la legalización de una actividad a la que se ha recurrido, precisamente, por necesidad. Hay que recordar, además, que esta 'profesión', como la llaman los que han constituido el sindicato de prostitutas OTRAS, comporta una menor esperanza de vida y una elevada propensión a padecer enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad, según demuestran los estudios.

La legalización de la prostitución es la mejor vía para que el cuerpo de la mujer se siga considerando una mercancía y para legitimar la demanda por parte de los consumidores. A nuestros hijos les podremos decir que irse de putas es una actividad legal, digna y que tienen derecho a servirse del cuerpo de una mujer si pagan. Con ello, haremos felices a los empresarios del sexo que ganan dinero a toneladas con la explotación de esas mujeres pobres, extranjeras y esclavas. Todo muy legal, pero muy muy feo. Vean el documental, vean...