La pinza del PP, Ciudadanos y la CUP

Tras la reunión del lunes, ni el Gobierno central ni la Generalitat han querido dejar pasar el tiempo antes de poner en marcha el nuevo talante dialogante que preside ambas administraciones. El jueves, la vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo, y el número dos de la Generalitat, Pere Aragonès, se entrevistarán en Madrid para concretar la agenda de asuntos pendientes, y Pedro Sánchez ha dado instrucciones de que la comisión bilateral Estado-Generalitat comisión bilateral Estado-Generalitatse reúna este mismo mes de julio, en un claro mensaje de que el presidente quiere aprovechar el momento de deshielo.

Tan significativo como las palabras conciliadoras entre Sánchez y Quim Torra (pese a que en lo sustancial de conflicto político en Catalunya ambos se encuentran en los antípodas) están siendo las críticas que están recibiendo. PP, Ciudadanos, la CUP y los Comités de Defensa de la República han coincidido en denostar con duras palabras la reunión entre Sánchez y Torra, el tono amable y los primeros pasos de deshielo. Lo que para unos son intolerables cesiones al independentismo, para los otros es un inaceptable regreso al autonomismo. Todos demuestran, una vez más, que se retroalimentan entre ellos, y que son dos caras de la misma moneda, adalides de la irresponsabilidad y del estéril enfrentamiento.  En este sentido, llama la atención la moderación mostrada por Carles Puigdemont y su defensa de TorraTorra. Convendría que los expendedores de carnets de traidores a la patria pensaran en el bien común y no en el propio.