DOS MIRADAS

El detalle

Para un 'citizen' o un 'gooner' el concepto de himno nacional es diferente del que tienen muchos culés

Guardiola y Manel Estiarte, su asistente, tras ganar el primer título en Inglaterra al derrotar al Arsenal.

Guardiola y Manel Estiarte, su asistente, tras ganar el primer título en Inglaterra al derrotar al Arsenal. / periodico

JOSEP MARIA FONALLERAS

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En parte porque me gusta el fútbol, en parte porque quería comprobar si Pep Guardiola llevaría el lazo amarillo Pep Guardiolalazo amarilloque había provocado la apertura de un expediente por parte de la Federación Inglesa Federación Inglesa (TheFA), el domingo me planté delante de la tele para ver la final de la Copa de la Liga. El City ganó al Arsenal con claridad. Antes de comenzar la final, sin embargo, en la retransmisión que daba Teledeporte, se oyó el himno británico, cantado por una chica en una versión muy azucarada. 

El comentarista de la cadena, al ver las imágenes y a todo el público en pie, algunos entonando el God save the Queen, no pudo evitar decir: "No parece tan difícil cantar el himno y respetarlo y no silbar mientras suena". Un mensaje sutil (o no tanto) y muy sagaz. Se olvidó de contextualizar, que es una virtud periodística que no entra en su paradigma profesional. No es necesario aclarar que para un citizen o un gooner el concepto de himno nacional es diferente del que tienen muchos culés.

Una mancha

Pero no se detuvo ahí. Habló del “monigote” que Guardiola llevaba en la solapa de la chaqueta, un emblema contra el cáncer de próstata. Lo mencionó un montón de veces y nunca se refirió a aquel otro detalle que Guardiola (y miles de aficionados del City) también lucía en el pecho. Como si no existiera. Como si fuera una mancha de la pantalla. Como si no hubiera recibido un aviso de la FA. Como si no fuera noticia. Como si no hablar de las cosas hiciera que desapareciesen.