Pequeño observatorio

La cara y la cruz de los astros

Un 'astroconsejo' es evitar todo tipo de precipitaciones y entusiasmos locos

Horóscopo, signos del zdíaco

Horóscopo, signos del zdíaco

JOSEP MARIA ESPINÀS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hojeando una revista, mientras esperaba que me cortaran el pelo, he encontrado una página dedicada a los horóscopos. Es decir: "La observación que los astros hacen de la situación de ciertos planetas y constelaciones a la hora del nacimiento de alguien por la que se pretende adivinar su futuro".

He sabido que tendría una buena semana en el ámbito profesional. Como mi ámbito profesional se limita a escribir artículos, espero que algún lector se dé cuenta de que el artículo que está leyendo es uno de los mejores que he escrito nunca.

El planeta Marte anuncia para mí cosas que arrancan, proyectos que se ponen en marcha, iniciativas que se consolidan ... aunque quizá no están bien concretadas. Las cosas se mueven, pero tendré que coger fuerte las riendas y no dejar cabos sueltos. Un 'astroconsejo' es evitar todo tipo de precipitaciones y entusiasmos locos.

Yo no he tomado nunca las riendas de ningún caballo político, literario, musical, pero me ha gustado ser solidario con el que decidía cabalgar para explorar nuevos caminos. ¿Con entusiasmo loco? No, con entusiasmo lúcido.

Hubiera podido nacer un día antes y mi signo sería Acuario y habría vendido a los demás "una gran idea". Y si hubiera nacido unos días más tarde, si no me equivoco, estaría destinado a contentar a todos, cosa dificilísima y no muy seria.

Tengo que confesar que los astros no me preocupan mucho. Ellos hacen su camino, con una seguridad impresionante, todos los días y siglos, y yo dudo cada día si salgo a pasear o me quedo en casa. Cuando pienso que, de hecho, los astros son esclavos de sus caminos, yo puedo elegir por qué calle iré, más libre que el universo.

¿Y como puedo querer a los astros si a veces se dedican a provocar desastres?

Eso sí, un flirteo a la luz de la luna...