El calendario electoral

2018, el año de las primarias

La lucha municipal en Barcelona será fratricida. Ninguna silla está asegurada y los interesados ya empiezan a moverse

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EVA ARDERIUS

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Antes de ser 'conseller' a Quim Forn le hice muchas veces la misma pregunta: si se presentaría a las primarias del PDECat en Barcelona. Él tenía muchas dudas, su partido todavía digería la derrota del 2015 y en ese momento triunfaban más que nunca los políticos sin corbata. Él, acostumbrado a llevarla y con una larga trayectoria en el ayuntamiento, sospesaba si sería el mejor candidato. Pero el entonces concejal, conocía perfectamente la ciudad, había estado designado sucesor de Xavier Trias y se veía con la obligación moral de presentarse.

Después del 17 de agosto, ya como responsable de Interior y con una carta de servicios inmejorable por la gestión del atentado, volví a hacerle la misma pregunta. Me sorprendió que no lo descartara. Haber sido 'conseller' cambió sus expectativas. En medio año, la vida de Quim Forn ha dado un giro brutal. Del gobierno, a la cárcel, y la difícil situación que vive, le ha hecho renunciar a ser diputado y veremos si vuelve a la política activa. El vacío que ha dejado Forn, incierto porque no sabe cuándo recuperará la libertad, genera más dudas en el PDECat de Barcelona. El partido baja en los sondeos, tienen que encontrar el sustituto de Trias, pensar en las siglas que utilizaráan y si repetirán la fórmula de Puigdemont, un Junts per Barcelona que les ayude a frenar a Esquerra. Mientras, a la espera de candidatos sorpresa, calienta por la banda Neus Munté.

Segunda vuelta del 21-D

El junio del 2019 será una segunda vuelta del 21-D. El 'procés' no habrá desaparecido. Probablemente se hablará poco de municipalismo y mucho de Catalunya y España. En el caso de Barcelona, las fuerzas soberanistas intentarán, más que nunca, recuperar el poder de la capital y gobernar el ayuntamiento, ahora la institución más solida y estable. El resto de partidos también buscarán el poder territorial en el punto cero del país.

La lucha municipal en Barcelona será fratricida. Ninguna silla está asegurada y los interesados ya empiezan a moverse. Quien tiene más fácil repetir es Ada Colau aunque no pasa por su mejor momento. Los 'comunes', sin embargo, saben que es su valor seguro y que perder Barcelona dejaría su proyecto tocado de muerte. Alfred Bosch ha sido el primero en decir y oficializar que quiere ser alcalde, las encuestas le acompañan y por ahora no tiene rival. Los republicanos se juegan mucho. Después de la experiencia de las últimas elecciones, el partido querrá pensárselo bien. Necesitan, ahora o nunca, llegar los primerosCarina Mejías ya se imagina liderando un 21-D en Barcelona aunque su partido no tiene ni una alcaldía en Catalunya. También quiere repetir Jaume Collboni que ya busca apoyos dentro y fuera del partido. Busca la transversalidad quizá con algún nombre  inesperado.

Hasta ahora en la política municipal, persistir tenía premioAlberto Fernández Díaz lleva más de 15 años en el consistorio, él siempre dice que si las cosas funcionan ¿porqué cambiarlas?, pero los últimos resultados ponen en duda su teoría. En este caso, el partido decidirá. En el de la CUP, lo harán las bases y todo apunta que habrá cambio. En este 2018 puede empezar un 'plan renove' en el Ayuntamiento de Barcelona, tendremos que estar atentos a las primarias, unos procesos que se sabe como empiezan pero no como acaban, y ahora menos.