Reto soberanista

Albano-Dante Fachin

Algunos de sus socios le han colgado el sambenito de filoconvergente, pero por poco que conozcan su trayectoria saben que esto es una mentira flagrante

Albano Dante Fachin

Albano Dante Fachin / periodico

ANDREU PUJOL MAS

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Desde que ha manifestado su apoyo al referéndum del día 1 de octubre, el secretario general de Podem Catalunya se ha tenido que escuchar de todo y, especialmente, ha recibido duras críticas provenientes de Iniciativa per Catalunya. Es desconcertante a simple vista el hecho de que una formación como ICV, que es de obediencia estrictamente catalana, termine haciendo el papel de la triste figura en lo que concierne a la defensa del derecho a la autodeterminación y que, en cambio, la delegación autonómica de un partido estatal se mantenga firme en su compromiso. Solo hace falta recordar que la coalición electoral que les une en el Parlament de Catalunya recoge en su programa que nuestro país debe ser "un sujeto político soberano que puede determinar libremente su futuro" y que hacer lo contrario de lo que allí se dice es engañar a los electores.

Algunos de sus socios han colgado el sambenito de filoconvergente a Albano-Dante Fachin, pero por poco que conozcan su trayectoria saben que esto es una mentira flagrante. Ahora que hace poco que se puso de moda hablar de la relación de determinados políticos con su patrimonio, recuerdo perfectamente como Fachín y su pareja Marta Sibina llegaron a poner en peligro el suyo denunciando la gestión sociovergente de la sanidad pública desde su revista 'Cafè amb Llet'. Su actitud contestataria les comportó la pérdida de ingresos por publicidad, periplos judiciales y la imposición de sanciones económicas que podrían haberlos hundido en la miseria.

Que las incomodidades de los herederos del PSUC concuerden con las de Foment del Treball, la Guardia Civil, el gobierno del PP, Duran i Lleida y el 'sector negocios' de Convergència debería de ser motivo de profunda reflexión. El problema no lo tiene Albano-Dante Fachin por continuar defendiendo lo que prometieron en campaña, sino quien está intentando poner 366.000 votos de izquierdas a hacer de palmero de unos intereses que no son los del ciudadano de a pie.