El Primavera Sound abre el verano de festivales

La fórmula del éxito, o algo muy parecido, define los pasos del Primavera Sound, el gran macrofestival urbano barcelonés que abre, en primavera, el verano musical catalán. Todo lleva a pensar que la 17ª edición se moverá, o superará, en las cifras de la anterior, cuando más de 200.000 espectadores se citaron en el Fòrum. El éxito llega, en primer lugar, por el atractivo de una inacabable oferta musical, que cada año ha sabido aumentar su número de incondicionales. Lo que empezó como un festival destinado a seguidores de la música indie ha ampliado el foco de forma transversal. Así, este año dos de los grandes reclamos son, por ejemplo, Van Morrison o Grace Jones, y también la música electrónica gana presencia.

Esta sólida apuesta artística llega, además, en un marco adecuado, el Fòrum, un espacio urbano que ha encontrado probablemente en este festival su mejor uso posible desde su polémica construcción bajo el mandato del alcalde Joan Clos. El atractivo turístico de la ciudad juega también a favor del Primavera Sound, como lo demuestra que el pasado año la afluencia de público extranjero, procedente de 124 países, en el Fòrum fuera superior (52%) a la del nacional. A lo largo del fin de semana, Barcelona volverá, por lo tanto, a situarse en primerísima línea de los grandes festivales internacionales de música. Algo que quedará corroborado en apenas 15 días con el Sónar. O el próximo lunes con Rufus Wainwright para abrir el Festival Jardins de Pedralbes.