Los futuros estudios de Medicina en Vic

Los nuevos médicos del siglo XXI

Las necesidades crecientes de la salud reclaman una formación comprometida de los profesionales

XAVIER GÓMEZ

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El proyecto de Facultat de Medicina de la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya que el Govern aprobará en las próximas semanas se propone impartir una formación médica impecable que promueva la formación de nuevos profesionales comprometidos, cooperativos, interdisciplinares, que garanticen la salida de médicos muy competentes, pero también empáticos, y perfectamente capacitados para responder con excelencia a los retos de la atención integral e integrada de personas con enfermedades crónicas y sus familias en todos los ámbitos del sistema social y de salud.

Sabemos que en los próximos años habrá necesidad de formar nuevos médicos, dados los datos que indican que una elevada proporción de nuestros médicos activos envejecerán y se irán jubilando. Se estima que en 10 años habrá que reponer hasta 6.000 profesionales de los 33.000 médicos que ejercen en Barcelona, según los estudios demográficos del Col·legi de Metges de esta demarcación. Esta cifra muestra la importancia cuantitativa de este reto, pero también hay que contemplar aspectos de carácter cualitativo, centrados en la calidad y el tipo de médicos que habrá que formar.

MÁS DEMANDAS DE SALUD

En los próximos años tendremos que responder a un aumento exponencial de las necesidades y demandas de salud, en parte por la innovación tecnológica, y en parte por el envejecimiento de la población y por el incremento de la prevalencia de enfermedades crónicas. Actualmente ya sabemos que el 5% de la población mundial padece enfermedades o condiciones crónicas complejas (neurodegenerativas, demencias, insuficiencias orgánicas como la cardíaca, respiratoria, el cáncer), a menudo combinadas (multimorbilidad), que cerca del 1,5% tiene un pronóstico de vida limitado, que todos ellos están presentes en todos los recursos del sistema, y muy especialmente en la comunidad, y que el 75% morirá a por una o varias de estas condiciones, con gran impacto en sus familias.

Estas personas requieren un modelo de atención integral que tenga en cuenta todas sus necesidades físicas, emocionales, sociales, espirituales, éticas, y un modelo de organización de los recursos basado en equipos interdisciplinares que actúen de una manera integrada entre todos los recursos. Esta evidencia epidemiológica y de las características de los modelos de atención y organización nos obliga a reflexionar sobre cuáles son las competencias que deberían tener y por lo tanto tendremos que promover en las nuevas generaciones de médicos.

Es evidente que los nuevos médicos deben ser competentes en las disciplinas que podemos llamar clásicas, clínicas o asistenciales que los capaciten para diagnosticar, evaluar, y tratar de manera efectiva y eficiente todo tipo de enfermedades y condiciones, acceder y utilizar toda la información disponible, tanto genéricamente como en el ámbito de las especialidades que practiquen.

ATENCIÓN INTEGRAL

Adicionalmente, deben ser también comprometidos muy especialmente con la población que atienden, y aún mucho más especialmente con la que necesita atención integral, así como con sus familias, y también con los equipos en los que sirven. Conscientes de todas las dimensiones sociales y contextos comunitarios asociados a menudo a las enfermedades y que condicionan su calidad de vida, compasivos para poder entender, empatizar, compartir y aliviar el sufrimiento de las personas que sufren, y también cooperativos para trabajar en equipo. Se trata de un paradigma, un modelo de atención que responde a cinco palabras que empiezan con la letra c y que aseguran una atención integral, global y respetuosa.

Entre las competencias necesarias para responder adecuadamente podemos citar la comunicación y el apoyo emocional, la ética, o saber adoptar decisiones compartidas, promover la autonomía y respetar los valores y preferencias, o la atención a las familias con una visión sistémica, o saber identificar y atender necesidades de carácter tan esencial como la espiritualidad, la dignidad, o la esperanza.

TRABAJAR EN EQUIPO

Los nuevos médicos también deberían ser capaces de trabajar en equipos interdisciplinares, respetando y compartiendo las tareas con el personal de enfermería, psicología, trabajo social, terapia ocupacional, fisioterapia y otros equipos, y saber actuar en redes integradas y complejas de servicios.

Estas competencias son un requisito imprescindible para practicar una medicina adaptada a las necesidades emergentes. Su adquisición depende fundamentalmente de una base de valores personales, pero también dependerá de que estas competencias sean incluidas en la formación de Grado. Esta es la vocación y el reto de la Facultat de Medicina de Vic-Universitat Central de Catalana