La rueda

¿Escuela del dolor?

Lo que nos debería preocupar es la falta de adecuación del sistema educativo al actual cambio de época

JOAN SUBIRATS

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Se ha escrito y discutido desde casi todos los ángulos posibles acerca del caso del chico de la ballesta en el IES Joan Fusterchico de la ballesta. No pretendo aquí contribuir con una argumentación más para tratar de explicar algo que, por su propia excepcionalidad, no permite conexiones causales simples. Pero lo que si me ha sorprendido es la abundancia de opinadores de todo tipo e incluso de responsables políticos que atribuyen problemas conductuales de los adolescentes a la falta de control familiar sobre los contenidos a los que tienen acceso vía internet. Más allá de los videojuegos y de otros productos considerados peligrosos, lo que nos debería preocupar es la cada vez más dramática falta de adecuación del sistema educativo al cambio de época que estamos disfrutando y padeciendo (en dosis variables) en estos momentos. Es obvio que estoy generalizando y que existen profesores y centros educativos que están aprovechando el desconcierto general para experimentar, actualizar y redirigir espacios y prácticas formativas aprovechando las nuevas oportunidades del mundo digital. Hace ya un tiempo, el especialista argentino Naradowsky hablaba de «la escuela del dolor» para referirse al gran cambio que se estaba produciendo entre aquella escuela que se mostraba magistralmente en la película La lengua de las mariposas La lengua de las mariposasy la institución escolar actual. Entre aquel maestro, magistralmente protagonizado por Fernando Fernán Gómez, y la actual situación en muchas aulas la distancia es significativa. Antes, la escuela era la gran ventana a un mundo al que los alumnos no tenían acceso. Ahora, para muchos de esos alumnos, la escuela es un lugar sin ventanas, que contrasta con un fuera-escuela lleno de posibilidades. Mal andaríamos si la conclusión que extraemos de lo acaecido es cerrar y blindar la escuela, cuando lo que deberíamos hacer es abrirla de par en par.