En busca del anticiclón de Santa Elena

Es obligado empezar este artículo hablando de otro barco de la Barcelona World Race: el 'Hugo Boss' de Alex Thomson y Pepe Ribes. Gerard [Marín] y yo nos sentimos tristes por su retirada. Sabemos lo que cuesta llegar a la salida de una vuelta al mundo a vela. Nuestro deporte es así de cruel a veces. Su inicio de regata había sido espectacular: 15 días sin bajar la guardia ni un solo segundo... Me habría gustado ver las velocidades que iban a alcanzar en el sur. Este dúo prometía más récords. Les echaremos de menos.

Nosotros, a bordo del 'Gaes Centros Auditivos' seguimos ganando sur para contornear el Santa Elena, el equivalente en el hemisferio sur a nuestro televisivo anticiclón de las Azores. Es el último obstáculo antes de alcanzar los vientos fuertes del oeste que soplan a partir de la latitud 40º sur. No hay opciones tácticas ni maniobras a corto plazo. Aprovechamos esta relativa monotonía para reponernos de una bajada del Atlántico y el posterior paso de las calmas ecuatoriales muy intensos.

18º día de regata

Cuando ya estamos en el 18º día de regata, estamos satisfechos con el trabajo realizado y cumpliendo el objetivo fijado en la salida: mantenernos en el grupo delantero, sin dejar que los líderes se escapen y navegando en el mismo sistema meteorológico que ellos para mantener vivas nuestras opciones. Sin perder de vista que la regata no hecho más que comenzar, que lo más duro está por llegar y que hay que ir etapa por etapa. Por ahora ya hemos superado dos: el Mediterráneo, con el cruce del estrecho de Gibraltar, y el Atlántico norte, tras superar el ecuador.

Fue en el Estrecho donde pasamos la noche más tensa de esta vuelta al mundo. A priori, por las condiciones reinantes, no parecía un paso especialmente complicado, pero muy pocas millas antes de afrontarlo quedamos a ciegas: el ordenador de navegación dejó de funcionar y nos quedamos sin posición GPS, sin cartas de navegación y, lo más preocupante, sin posición de las demás embarcaciones que cruzan el Estrecho en todos sus sentidos.

El viento aumentó, como era de esperar, al llegar a la parte más angosta del Estrecho y el 'Gaes' navegaba rápido. Fue entonces cuando nos encontramos con un campo de minas. Empezamos a colisionar con objetos flotantes. Uno de estos impactos hizo saltar el fusible de los timones y quedamos sin gobierno, de noche y en medio de un intenso tráfico marítimo. Reaccionamos rápido y salvamos el apuro.

Tradición marítima

El paso del ecuador, en cambio, fue más placentero. Poco antes habíamos aprovechado las calmas habituales en esta zona para reparar todas las averías acumuladas hasta el momento. Un viento suave nos ayudó a cambiar de hemisferio y, siguiendo la tradición, hicimos una ofrenda al dios Neptuno (vino, jamón y queso) para que los vientos nos fueran propicios. Nos dimos también un más que merecido homenaje: comimos uno de los liofilizados preparados por el restaurante Les Cols --patatas con aceite de eucalipto-- que nos dejó sin habla.

Anoche localicé la Cruz del Sur. Nos acompañará a partir de ahora en las noches despejadas. Es curioso ver a la Osa Mayor por popa... Es la constelación que uso habitualmente para encontrar la estrella Polar en el hemisferio norte, prolongando la parte trasera del Carro cinco veces. Pero estos días, cuando alargo la distancia entre Dubhe y Merak, la línea desaparece bajo el horizonte, y es en ese instante cuando tomas realmente conciencia de estar desplazándote por un globo. La estrella Polar permanecerá invisible, escondida detrás del horizonte, durante unos cuantas semanas… ¡Esperemos que sean pocas! Un saludo desde el 'Gaes'. (25º55'S 33º18'W)

* Anna Corbella es la única mujer que participa en la Barcelona World Race, como copatrona del 'Gaes Centros Auditivos'.