Análisis

El 'efecto Mateo'

GREGORIO LURI

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Cuando Romanones fue nombrado ministro de Instrucción, en 1916, cometió la imprudencia de ir a saludar a sus funcionarios. Las tres primeras salas del ministerio tenían todas las mesas desocupadas. Finalmente, en la cuarta se encontró a un funcionario felizmente dormido sobre su mesa. Como el secretario de Romanones quiso despertarlo, este le dijo: «No, no lo despierte. Porque si lo hace, se marchará».

Han pasado cien años y tenemos miles de funcionarios trabajando sin parar intentando encarrilar la educación. Nunca ha habido tantos especialistas como ahora. ¿Qué porcentaje de pedagogos, psicólogos, asistentes sociales, 'coachers'… corresponderá por alumno? La relación educativa se ha poblado de intermediadores.

Respecto al absentismo, llevamos ya bastantes años con 'Comissions' d'absentisme (Baix Camp, Terrassa), 'Plans integrals de millora escolar i tractament de l'absentisme' (Barcelona), 'Plans d'actuació sobre l'absentisme' (Santa Coloma), 'Protocols d'absentisme' (Viladecans)... Pero la realidad continúa sin querer darse por enterada.

Las mejores condiciones

La verdad cruda es esta: nunca han tenido nuestros jóvenes más adultos empeñados en hacerles la escuela interesante y nunca han estado los centros de enseñanza en mejores condiciones materiales que en estos últimos 15 años. Pero los datos son tercos: uno de cada cuatro alumnos no quiere estudiar.

Obviamente, el absentismo es un síntoma que apunta a un fallo estructural de nuestro sistema educativo, aunque solo nos escandalice socialmente cuando los datos internacionales nos sacan los colores.

Cuando discutimos sobre itinerarios escolares sería bueno comenzar reconociendo que ya existen dos itinerarios de hecho: el de los que asisten regularmente a clase y el de los que no. Y creo que podríamos preguntarnos si nuestro sistema educativo, que, sin duda, haría feliz al conde de Romanones, no ha perdido el control sobre sí mismo, puesto que mayoritariamente tiene éxito con los alumnos que vienen de casa con el interés puesto.

En tercero de primaria

Reconozco que la preocupación social sobre el absentismo está aumentando. Si no estoy equivocado, los pastores gitanos de la iglesia evangélica están elaborando un comunicado en el que se comprometen a combatir el absentismo entre los gitanos. Si es así, mi enhorabuena.

Pero nuestro problema pedagógico es el de la identificación precisa del punto de ruptura entre la trayectoria vital de un niño y la trayectoria académica de la escuela. Mi hipótesis es que, en la mayoría de los casos, este punto se encuentra en tercero de primaria, cuando se produce un giro radical en la actividad escolar del niño, porque pasa de aprender a leer a aprender leyendo. En este momento pequeñas diferencias iniciales de comprensión lectora dan lugar a ritmos muy heterogéneos de aprendizaje. Se produce así el conocido como 'efecto Mateo': a quien tiene, se le dará y quien no tiene, hasta lo que tiene se le quitará. A veces se le quitan hasta las ganar de ir a clase, prefiere fracasar al aire libre.