La clave

El perímetro de la mentira

ALBERT SÁEZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La confesión de una mentira cuestiona todo aquello que alguien ha dicho o hecho e incluso las ideas y sentimientos que ha expresado. En las relaciones interpersonales, el confeso aspira a expiar la pena por la vía afectiva. En el ámbito público, reconocer una mentira equivale a la definitiva inhabilitación. En Alemania, varios ministros han dimitido por mentir en su tesis doctoral, un asunto privado y familiar que diría Mas. Mentir desacredita e inhabilita porque fulmina la confianza, el componente básico de la representación política.

Con su confesión, Pujol ha reconocido dos mentiras: a la Hacienda pública en sus declaraciones de renta durante 34 años y a los ciudadanos de Catalunya cuando le dijo a Susanna Griso que nunca había tenido cuentas en el extranjero. Para algunos, automáticamente, la confesión de Pujol convierte en verdades indiscutidas todo lo publicado y criticado en sus 23 años de gobierno: desde Banca Catalana a la fortuna de sus hijos por las comisiones, pasando por su visión de la historia de Catalunya o su defensa de la lengua. Para algunos, basta la confesión del reo como única prueba definitiva.

Paradojas

Con todo, es legítimo preguntarse: ¿cuándo mintió Pujol? ¿Cuando nos contó que antes de casarse le había dicho a su mujer que se dedicaría a Catalunya antes que a la familia o cuando se lo dijo a ella? ¿Cuando insinuó que la quiebra de Banca Catalana se debía a los fondos que transfirió a la oposición antifranquista o cuando la atribuyó al fiscal general? ¿Cuando bajó la vista ante los dirigentes de su partido que le explicaron las andanzas del júnior o cuando le llamó la atención? ¿Cuando avaló a Mas como el mejor candidato para sucederle o cuando le dijo que sería objeto de un durísimo escrutinio, como explicó Montse Novell? ¿Cuando concluyó que Catalunya era como Lituania pero España no era la URSS o cuando se resignó a la independencia hace un par de años?

Hay que investigar a Pujol, y quitarle sus honores por fraude fiscal. Es más higiénico que dejar a los mentirosos yacer en sus tumbas oficiales mantenidas con los impuestos que Pujol no pagó.