Alta traición

Mario, 29 años, joven sobradamente preparado, la semana pasada engrosó ese escalofriante dato que los telediarios y la prensa sitúa en más de 35.000. Son los jóvenes expatriados de Catalunya, uno más que pasa a engrosar la lista en cifras. “'Anar a l’aventura, a servir cafès a Londres'”, le llaman algunos, otros, sin embargo, prefieren denominar este fénomeno social “movilidad exterior”. Son ambos eufemismos que pretenden obviar el término exilio económico, al que los jóvenes de nuestro país se enfrentan, ante una tasa de paro juvenil del 55%, un mazazo en toda la cabeza. Y es que poco a poco lo hemos ido constatando, Catalunya y España no son países para jóvenes.

Indignos

María, 27 años, licenciada, habla idiomas, con experiencia laboral y sin perspectivas de trabajo ponía rumbo a Hamburgo hace tan solo tres meses. En busca de un presente. Recogió sus cosas, empaquetó su vida y llenó la maleta de energía e ilusión para afrontar un futuro incierto. Se fue con el convencimiento que lo mejor estaba por venir y con la ilusión de abandonar esta situación de indignidad provocada por el paro. Si el trabajo dignifica al hombre podemos imaginar cuantos, de los 890.000 jóvenes, se sienten indignos, se sienten atrapados, día a día vencen la apatía y buscan la oportunidad que cambie sus vidas.

Resignación

Ayer era Josep Maria quien al otro lado del teléfono me anunciaba que emprendía su particular aventura en el Reino Unido, sus amigos recibíamos como una losa la noticia de su marcha. Poco a poco todos nos hemos ido resignando a un futuro en cierto modo previsible, aunque en ninguno de los casos que os explico sea deseado. Ya son demasiados y en los últimos tiempos se hacen insoportables.

Impotencia

Ante la resignación, proposición. En junio las entidades juveniles del país pidieron la celebración de un Pleno Monográfico en el Parlament de Cataluña para abordar la situación de los jóvenes, pedíamos soluciones. Fue el último pleno antes de las vacaciones de verano. A propuesta del grupo socialista el Parlamento aprobó la beca “'Queda’t a Catalunya'” valorada en 75 millones de euros y un plan de choque contra el paro juvenil valorado en 150 millones.

Ayer por la noche, al llegar a casa, repasé la prensa por internet y leía la noticia que tras dos años sin presupuesto al fin se aprobaba con los votos de CIU y ERC. Una mezcla de sorpresa, rabia e impotencia se fraguó en mi interior. Las propuestas salidas de aquel pleno y dedicadas a los jóvenes quedaba en papel mojado, se postraban al último cajón de la Plaza Sant Jaume y se tiraban a papel de reciclar en la Calle Calabria. CIU y ERC desoían un acuerdo del Parlament de Catalunya y traicionaban de este modo a los jóvenes, dejándolos tirados en la cuneta.

Alta traición

Alta traición, se dice de un acto de extrema deslealtad respecto a un país o al jefe de su gobierno. Alta traición a mi parecer es también aprobar unos presupuestos de extrema deslealtad respecto a los jóvenes de nuestro país.

Hoy, mi hermano Ramón, de 21 años, me ha llamado para comunicarme que ya tiene sus billetes para China. El próximo 3 de junio emprenderá el viaje hacia un presente incierto en búsqueda de un futuro prometedor. Lo que para mi hace unos años era ir a la aventura, una opción personal, desgraciadamente para muchísimos jóvenes de nuestro país acontece hoy una obligación generacional. Pero la reflexión de fondo es cómo pretendemos que los jóvenes confíen en las instituciones y participen de la vida pública si cuando se organizan, buscan objetivos comunes, diseñan estrategias, las llevan a cabo, después se les traiciona de este modo. Alta traición.