Pericoscopio

Ni el derbi estimuló

MANEL LUCAS

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Me propongo limitarme en este artículo a hablar de fútbol. Ya ha pasado el partido, y creo que puedo permitirme dejar atrás todo el ruido que nos ha ocupado en los días anteriores al encuentro, las decisiones erróneas, las discusiones estériles y cansinas, las inconveniencias, las salidas de tono agotadoras de todo pelaje, los insultos. Volverán, ténganlo por seguro, pero hoy, al menos hoy, podemos centrarnos en lo que ocurrió ayer en el campo, porque a pesar de lo estéril que era el resultado para la clasificación final de la liga, un derbi tiene interés aunque se jugase en Les Planes después de una barbacoa.

Pudimos ver a un Espanyol que, cuando se decidía a presionar, incomodaba al Barça. En aquellos instantes, contados, parecía creer en las posibilidades de superar al campeón de liga. De hecho, es lo que lleva ocurriendo toda la temporada: si el equipo cree en sí mismo, tiene opciones de lograr lo que se proponga. (De ahí que a muchos les haya parecido que lo de la clasificación europea no se consideró nunca una posibilidad real a pesar de las declaraciones de los jugadores. Ayer, por cierto, quedó confirmado matemáticamente, y no solo por el resultado de Cornellà-El Prat. Lo digo por si quedaba alguien con esperanza.)

Tristemente, esa presión y esas ganas, como digo, solo aparecieron en instantes escasos. Las ejercióWakaso,por supuesto, en todo momento (su entusiasmo acabó costándole una nueva expulsión), y otros jugadores de vez en cuando. Por supuesto, ganar al Barça así es una quimera, incluso aunque no jugara Messi. Incluso siVilla tenía una tarde para olvidar.

La conclusión es que, en un derbi más calentado fuera que en el campo, el Espanyol volvió a perder contra el Barça. Y sigue sin haber podido vencerle en Cornellà-El Prat. Las estadísticas, a pesar de alguna teoría imaginaria, continúan siendo profundamente negativas para los periquitos.

Y bueno, al final voy a saltarme mi objetivo inicial, y comentaré algo que no tiene relación con el partido. Pero no podía dejar de hablar del homenaje que el club rindió ayer a los jugadores de la UEFA de 1988. Ahí estaban todos, y no quiero citarlos para no olvidarme a ninguno. Tenemos pocas oportunidades de disfrutar de héroes propios, y la promoción que eliminó al Milan, al Inter, al Borussia Moenchengladbach y al Brujas va a emocionarnos siempre a todos los que lo vivimos.

En mi caso, más se me hace un nudo en la garganta cuanto mayor me hago.