El turno

Dos mujeres emprendedoras y valientes

GABRIEL Pernau

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Núria Navarroentrevistó en el diario del domingo aJiajia Wang Liu,una chica de origen chino con una historia poco habitual. Nacida en un pueblecito del sudeste de China hace 23 años, emigró con su familia a Europa cuando solo tenía ocho. Los padres trabajaban en restaurantes, 12 horas diarias 365 días al año, hasta que pudieron comprar un pequeño restaurante en Blanes, un piso de propiedad y pagar los estudios a sus dos hijos.Jiajia,que no ha sufrido tantas penalidades, ve las cosas diferentes. No está dispuesta a seguir el guión que otros han escrito por ella. Así que decidió estudiar Económicas a pesar de que sus progenitores preferían que hiciera Administración de Empresas, y después de haber disfrutado de una beca en Harvard, tres días antes de incorporarse a la multinacional que le ofrecía trabajo, envió un correo a la empresa diciendo que gracias por la oportunidad, pero que no le interesa. Ha decidido establecerse por su cuenta: fundará su propia editorial.

La trayectoria de laJiajiame ha recordado mucho la fascinante historia de otra señoraWanga quien solo he podido conocer a partir de los testimonios de familiares, amigos y conocidos. SiJiajia vino de la China el 1996, la mujer de quien les hablo hizo el camino inverso muchos años antes. Catalana de nacimiento, se enamoró de un chino que pasaba por Tarragona en los años 30 y emprendió una nueva vida con él en China. Allá tuvo cinco hijos, a los que educó en la lengua deConfucioy, después de 27 años llenos de sobresaltos, en los 60 regresó. En Barcelona acabaría montando algunos de los primeros restaurantes chinos de la ciudad.

Las dos señorasWang,la catalana y la china, acabaron viviendo en la misma ciudad de Barcelona, pero, que yo sepa, estas dos mujeres valientes y emprendedoras nunca llegaron a conocerse. Es una lástima. Si lo hubieran hecho, seguramente habrían descubierto lo mucho que, a pesar de la distancia, tenían en común.