Por un SI o por un no

Es sabido por todo el mundo que los grupúsculos más radicales tienen una tendencia histórica, incontrolable y enfermiza a luchar entre ellos con más furia que la que invierten en luchar contra sus enemigos. De hecho, los enemigos más irreductibles, los que se pelean con más intensidad, son aquellos que comparten los objetivos finales, como, por ejemplo, la independencia del país. En aquel famosogagdeLa vida de Brian, la ramificación de las corrientes judías que odian al Imperio Romano llega hasta la exasperación cuando los miembros del Frente Popular de Judea exigen aBrianque odie más al Frente Judaico Popular, al Frente del Pueblo Judaico, al Frente Popular del Pueblo Judaico y a la Unión Popular de Judea, que no a los invasores romanos. A ojos de los más puros, los demás son unos revisionistas, con lo cual consiguen, en conjunto, que las legiones no se tengan que preocupar lo más mínimo de la revuelta.

La diferencia con la Catalunya de hoy es que en Judea no había el restaurante Pitarra. En la mesa, lozanos, risueños, habiendo bebido vino del país, satisfechos de no se sabe qué, los aún miembros de la todavía vigente SI daban fe de la fuga a no se sabe dónde deLaporta.La otra diferencia es que, en lugar de ser clandestinos como los judíos, los grupúsculos ahora se dejan fotografiar completamente felices después de una juerga. Catalunya será hedonista o no será.