Crímenes conyugales

El título tendría que haber sido otro -Petits crims conjugals-, pero no cabía. Es una deliciosa comedia negra que se estrenará en el Poliorama, protagonizada porRamon MadaulayLaura Conejero.Es la historia de un matrimonio que se aman de tal modo que pueden llegar a odiarse. Bajo la apariencia de un reencuentro amable fulguran las chispas de una progresiva y fatal ruptura.HereuyTurano llegan a tanto, a pesar de que es cierto que podríamos contemplarlos como pareja, dado que les une un socialista vínculo indisoluble, al menos por ahora, hasta el 19 de febrero o hasta que se demuestre lo contrario.

Las primarias pueden reforzar la candidatura de quien gane (de hecho, el cara a cara de EL PERIÓDICO transcurrió en esta dirección) o pueden ser, y ambos son conscientes de ello, un riesgo de desestabilización familiar. Esta circunstancia la tiene presente, sobre todo,Tura.El alcalde puede hablar de las dudas que le genera la pasión política de laexconsellera, pero ella no está en condiciones de airear conflictos domésticos porqueTriasestá al quite. Los crímenes conyugales, pues, solo pueden ser pequeños, casi imperceptibles, difusos, a pesar de que el mar de fondo está, y podemos escuchar el rumor por poco que agucemos el oído. «En cada elección existe un riesgo», diceTura.Y más allá del riesgo, estáTrias.Pero no arriesgarse, no apostar por los sentimientos, es, a estas alturas, morir sensato y aburrido.