Pequeños detalles

Ruta trágica: de Oklahoma a Tucson

JOSEP CUNÍ

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ParafraseandoEl salario del miedo, puedo decir que «Tucson no existe. Yo estuve allí». Algo parecido a lo escrito tras el atentado de 1995 en Oklahoma City. Y esta lúgubre, escabrosa y patética referencia no es baladí. Hay un cierto paralelismo entre aquella conmoción y la actual, si bien no coinciden, afortunadamente, ni el número de víctimas mortales -168 contra 6- ni el método de tan condenable atentado. Entonces, un camión de alquiler con más de 2.300 kilos de explosivos y ahora una Glock 19 comprada legalmente el 30 de noviembre en una tienda de la segunda ciudad de Arizona. No estaría tan seguro de que la analogía pueda hacerse sobre las características del presunto autor actual con el ya ejecutado, pero démosle tiempo al tiempo. Entonces,Timothy McVeighdemostró a los norteamericanos que el terror también podía estar en casa. Que no hacía falta mirar hacia otras latitudes para pensar que el mal llegaba del exterior. Fue la caída de las Torres Gemelas, aquel fatídico 11-S, lo que movió de nuevo el objetivo para buscar la razón más allá de los océanos y seguir preguntándose el porqué del desamor a los yanquis.

Ahora la mirada vuelve a ser interior. Y, a través deJored Lee Laughner, aquel país reabre el eterno debate de las armas e inicia el de la posible influencia negativa de algunos medios de comunicación. En este punto concreto, y guardando las distancia, no les pasa a ellos nada que no nos haya pasado a nosotros. No existen demasiadas diferencias entre la COPE de hace unos años y la Fox actual salvo el tipo de medios de comunicación -radio y televisión-, y las respectivas titularidades de las empresas. Y que la cadena de los obispos se arrimó a los postulados aznaristas y la deRupert Murdocha los deBushmientras nuestro presidente se embarcaba con el norteamericano para perpetrar la invasión de Irak y enfrascar a aquel país en una guerra que se mantiene y de la que todos los aliados se van marchando.

Y ahora que se debate sobre las remuneraciones privadas de nuestros exaltos mandatarios por asesorar a empresas, cabe recordar queAznarestá vinculado al magnate australiano a través de News Corporation desde el 2006. Y que algunos de nuestros controvertidos nuevos canales de televisión centrados en la crítica al Gobierno socialista por esencia más que por circunstancia tienen el canal norteamericano como referente. Su argumento es de cajón: la televisiónmade in USAmarca tendencia. Argumento superado, porque desde hace tiempo, y en este sentido, las influencias han entrado en un bucle recurrente a la par que peligroso. Y no me atrevería a diagnosticar ahora quién le marca la pauta a quién en esa manera de entender el periodismo como arma agresiva en lugar de página descriptiva. No hace falta buscar teorías conspiratorias para determinar que las sinergias existen y que la globalización las potencia. Y que antes incluso de la popularización del término, la información ya desconocía las fronteras. Y mucho antes, que podía utilizarse para poner y quitar gobiernos. E incluso mucho, muchísimo antes, que la palabra puede herir más que una espada.