Ciudades que quieren ser importantes

Por unas obras domésticas que no han terminado cuando habíamos convenido, el lunes tuve que dormir en un hotel. Pensé que en mi ciudad, que tiene pretensiones de ser la Harvard del Vallès, no me resultaría difícil. En el centro, cerca del nuevo ayuntamiento, hay un hotel de cuatro estrellas con un restaurante, Vermell, que se ha puesto de moda en Sant Cugat. No había hecho reserva porque no había calculado que dormiría fuera de casa. Con la maleta y el cepillo de dientes me vi frente a la puerta automática del hotel que no se abría de ningún modo. Al verme allí plantado, un vigilante desde el interior movió un solo dedo, desganadamente, para indicarme un rotulito. Cerrado por vacaciones desde el 1 de agosto. ¿El mejor hotel de una población de 80.000 habitantes cierra por vacaciones? Jamás lo había visto.

Ya en el coche, recordé que junto al centro comercial que separa Sant Cugat de Rubí hay otro hotel con buen aspecto. Sobre todo por lo que llamansuites. Cerrado a cal y canto. La tercera opción no fue mejor. El hotel de la cadena AC no estaba cerrado, es que aún no lo han abierto. Vistas las carencias de mi pueblo, bajé a Barcelona. A la primera, encontré una cama. Las habitaciones del NH Constanza, el precio y elparking, impecables. Preguntamos si para cenar en el restaurante del hotel. el Nhube, deFerran Adrià(perdón,by Ferran Adrià, como se indica en todas partes), debíamos tener reserva previa. Nos dijeron que no era necesario. Subimos al primer piso, pero el restaurante estaba cerrado. Se lo comunicamos a recepción, que no sabían nada. Bastante tenían con explicar a un cliente italiano –pantalones y zapatos blancos– que, en agosto, el espectáculo de flamenco que había contratado para las once de la noche solo se hacía por la tarde. A nosotros, tras consultarlo, nos dijeron que por reformas habían trasladado el Nhube a la sala de desayunos. Elmaitre, una vez sentados, se disculpó porque solo tenían la carta del servicio de habitaciones. Espero ansioso que nuestras ciudades se pongan las pilas. Sobre todo, si tienen tantas pretensiones.