FÓRMULA DOMÉSTICA PARA SORTEAR LA CRISIS ECONÓMICA

La policía de Lleida localiza tres restaurantes en pisos particulares

Las viviendas donde se sirve comida casera emulan a los 'paladares' cubanos

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
LLEIDA

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Son pequeños restaurantes abiertos en casas particulares, que funcionan sin la licencia municipal de actividades y sin los preceptivos permisos sanitarios y de higiene. La fórmula, inventada en Cuba durante los duros años del bloqueo norteamericano y conocida comopaladares, parece haber llegado ahora a Catalunya, en forma de negocio clandestino con el que algunos tratan de sortear la crisis económica. De momento, la Unidad de Policía Judicial (UPJ) de la Guàrdia Urbana de Lleida ha detectado la existencia de tres posiblespaladaresen la ciudad, que aún están siendo objeto de investigación.

La nueva unidad policial, que patrulla de paisano desde mediados del pasado mes de mayo, tiene indicios de que al menos en tres viviendas particulares de Lleida "se estarían desarrollando, según las pruebas recogidas hasta ahora, actividades de restauración sin autorización,", según la concejala de Seguridad Ciudadana, Sara Mestres (PSC).

En alguno de los casos detectados, los pisos funcionarían como restaurantes, abiertos a un público reducido para servir comidas caseras a bajo precio. En otros, los domicilios se usan para preparar platos que luego se despachan en establecimientos en la calle "o como servicios decátering", detalló Mestres.

INGRESOS EXTRA

Como las investigaciones policiales no están todavía cerradas --"estamos haciendo un seguimiento", dijo la edil--, es difícil precisar cuál es el perfil de las personas que desarrollan esta actividad. Todo apunta, no obstante, a que se trata de personas con problemas económicos, que intentan obtener algún ingreso extraordinario sirviendo comidas.

De hecho, en los últimos meses han aumentado los negocios paralelos, no reglamentados, con los que algunas personas tratan de obtener un dinero extra. Vecinos del centro histórico de la ciudad han denunciado en varias ocasiones la existencia de taxis clandestinos, turismos particulares que ofrecen sus servicios a cambio de sumas módicas. La mayoría de estos taxis los conducen personas extranjeras y la clientela suele ser también de origen foráneo.

Asimismo, como ocurre en otras ciudades, están proliferando los casos de venta de vehículos en la calle, al margen de los concesionarios autorizados. Ayer mismo, el pleno del Ayuntamiento de Lleida aprobó la modificación de la ordenanza municipal de civismo y ocupación de la vía pública para intentar atajar esta actividad. Según recoge la nueva normativa, a los infractores se les retirará el vehículo y serán sancionados con multas severas.