Descubrimos 'Symphony' paso a paso

En septiembre del año pasado, CosmoCaixa estrenó una espectacular experiencia inmersiva musical, Symphony, que pudo verse durante tres semanas antes de iniciar una gira mundial. Entre las restricciones de aforo y la extraordinaria demanda, las entradas se agotaron enseguida impidiendo que mucha gente interesada pudiera vivirla. El éxito ha provocado que vuelva a instalarse cambiando de ubicación, ahora se ha establecido en CaixaForum, donde permanecerá sin que haya fijada una fecha de finalización por lo que todos tendremos tiempo para disfrutarla y ahora vuelve a estar más de actualidad que nunca tras haberse anunciado recientemente que competirá en el Festival de Cannes en la categoría de realidad virtual. Pero, ¿qué es Symphony? ¿por qué ha despertado este inusitado interés? Descubramos en qué consiste paso a paso.

Los autores y la presentación

Para empezar hay que explicar que es una idea escrita y realizada por el músico y artista audiovisual Igor Cortadellas que ha contado con la complicidad de uno de los directores de orquesta más prestigiosos de la actualidad, el venezolano Gustavo Dudamel, y la Mahler Chamber Orchestra. Su propósito consiste en hacer sentir al espectador que se encuentra en medio de la formación musical durante un pequeño concierto lo cual es posible gracias a la realidad virtual, así que hay que abrir los ojos y las orejas para no perderse detalle.

Es conveniente llegar con tiempo de sobras a la cita porque cuando se cierran las puertas ya no puede entrar nadie más. Mientras esperamos podemos consultar un QR que nos ofrece diversos recursos interactivos para completar la visita. Para empezar nos introducen en una pequeña sala con una gran pantalla panorámica a ras de suelo y nos explican que, en primer lugar, veremos una película introductoria sin palabras de unos 10 minutos que nos servirá para adentrarnos en el universo de la música.

La vida diaria de tres jóvenes músicos

En la misma conoceremos a tres personajes. El primero es una chica que vive junto al mar entre las barcas y los sonidos de la costa y descubrimos que toca el violonchelo con el que interpreta Pièce en forme de Habanera, de Ravel. Nuestro siguiente protagonista es un joven afroamericano que deambula por el metro y las calles de Nueva York pasando por Times Square hasta llegar a un club de jazz donde se junta con otros músicos para tocar con su flauta el Take Five que popularizó el Dave Brubeck Quartet.

Por último viajamos a un pueblo sudamericano agrícola, con sus campesinos, los caballos y los pájaros. Las distintas tareas del campo como afilar, batir o cortar tienen su propio ritmo y juntas parecen crear una melodía. En sus coloristas calles están de fiesta y un grupo de vecinos interpreta El pájaro amarillo, de Rafael Campo Miranda. Entre ellos se encuentra una joven que toca el trombón. La pantalla se divide en tres para mostrarnos a los tres músicos y vemos como, desde sus diferentes localidades, viajan a Barcelona para aterrizar en el Gran Teatre del Liceu y sorprenderse por su grandiosidad mientras suena la Quinta Sinfonía de Beethoven. Serán tres de los intérpretes que participarán en el concierto de la segunda parte y aparecen las siluetas de los músicos frente a un fondo azul que parece rememorar el Fantasía de Walt Disney.

La newsletter de On Barcelona

Dicen que si activas esta newsletter delante de un espejo a medianoche, se te aparece Pocholo y te lleva de fiesta. Ana Sánchez te descubre cada semana los planes más originales de Barcelona.

Suscríbete

¿Cómo disfrutarla al máximo?

Nos conducen a una segunda sala donde hay unas cómodas butacas con unos visores y unos auriculares y nos dan las instrucciones para que disfrutemos al máximo la experiencia Symphony. Nos cuentan que todos los objetos que utilizaremos han sido previamente desinfectados, pero si alguien desea una protección adicional disponen de unos antifaces suplementarios. Durante la sesión no podemos levantarnos de nuestro asiento y si alguien se marea o se siente mal basta con que levante la mano. Nos recomiendan que nos ajustemos bien las gafas que nos han proporcionado (hay tiras de velcro a ambos lados) y nos sugieren que giremos en la silla, ya que es una proyección en 360 grados y es conveniente mirar hacia todos los lados.

Empieza el concierto, también de unos 10 minutos de duración. Estamos en el Liceu, pero no en la platea sino en el escenario y tenemos justo delante nuestro al director Dudamel. Curioseamos y empezamos a dar vueltas, miramos hacia arriba, a la izquierda y parece que seamos prisioneros de la orquesta, estamos rodeados. La perspectiva cambia en determinados momentos por lo que sentimos que estamos situados en lugares diferentes de la formación. La primera música que suena es la citada Quinta Sinfonía de Beethoven mientras unos halos de luz se convierten en flores.

De Mahler a Bernstein

Con la Séptima del mismo compositor penetramos en los secretos del taller de un luthier, un fabricante de instrumentos. La madera y el metal son los elementos que utilizan y vemos un violín desde dentro y cómo salen volando sus piezas. La Primera Sinfonía de Gustav Mahler servirá para transportarnos por lugares como un bosque mágico, un montón de algas o el fondo del mar.

Para acabar, fiesta por todo lo alto con el Mambo de West Side Story, de Leonard Bernstein. A la salida, todos parecen satisfechos con la experiencia y algunos se hacen la fotografía de rigor (o se la hacen a los niños) vestidos con esos artilugios que parecen llegados del espacio exterior. Una entretenida y didáctica experiencia, muy recomendable para los peques, que nos muestra este arte de una manera diferente. ¡Música, maestro!