QUÉ HACER HOY EN BARCELONA

El Verdi recupera su programación de los Dijous d'Imprescindibles

Excepcionalmente empezará hoy miércoles con la proyección del clásico 'Ciudadano Kane'

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Eduardo de Vicente

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Los cines ya vuelven a abrir sus puertas y ofrecernos la posibilidad de ver películas en pantalla grande, que ya estamos un poco cansados de tener que verlas en casa en una tele más pequeña y con frecuentes interrupciones. Una de las salas más carismáticas de Barcelona son los Cinemes Verdi, dedicados a la versión original y un auténtico motor para las tiendas y establecimientos de restauración de Gràcia. Son de los pocos locales que se atreven a hacer matinales y ahora, además, incorporan otra nueva sesión sobre las 14 horas, con lo que harán horario ininterrumpido de 11.30 a 22 horas. Además, el día del espectador, a 4,9 euros, sigue siendo el lunes pero también tiene este precio especial la última sesión del domingo.

Otro de sus alicientes son sus ciclos dedicados a poder ver en sus salas preestrenos o los grandes clásicos de la historia del cine. Esto último lo cumplen con los Dijous d’Imprescindibles que vuelven con nuevos títulos con la reapertura y mantienen el precio reducido de 3,9 euros. Excepcionalmente, su nueva retrospectiva se inicia hoy miércoles (20.15 h.) para recuperar un título de máxima actualidad, Ciudadano Kane, la opera prima de Orson Welles, como complemento a la recién estrenada Mank, la nueva y esperadísima película de David Fincher, radiografía del rodaje centrada en la figura de su guionista, Herman Mankiewicz, que retrata en blanco y negro la época del Hollywood de los años 40.

De Orson Welles a Eric Rohmer

Ciudadano Kane (1941) narra la investigación de un periodista que intenta descifrar qué significa Rosebud, la última palabra que pronunció antes de morir un poderoso magnate. Para ello se entrevista con algunas de las personas que lo conocieron y va descubriendo su vida. El filme supuso una gran revolución tanto narrativa como estéticamente y, durante muchos años, fue considerada la mejor película de la historia. En realidad retrataba veladamente (o no) al empresario William Randolph Hearts revelando detalles muy íntimos (al parecer, Rosebud era como llamaba cariñosamente al sexo de su amante,Rosebud la actriz Marion Davies), lo que provocó la ira del multimillonario y la consiguiente polémica. Una obra maestra irrefutable.

La semana siguiente, la cita regresa a los jueves con dos proyecciones, a las 11.30 y a las 20 horas. La primera de las propuestas es La rodilla de Clara (1970, día 3 de diciembre) del francés Eric Rohmer, con motivo del 50 aniversario de su estreno. Fue el quinto largometraje de su serie de seis Cuentos morales concebidos inicialmente como novela y, como de costumbre en su filmografía, la palabra y los precisos retratos psicológicos de sus personajes son sus principales bazas. Se centra en un diplomático francés de mediana edad, de vacaciones junto a un lago, que se encuentra con una amiga novelista. Conoce a dos chicas, y una de ellas, muy joven, le fascinará hasta llevarle a la obsesión.

Charles Chaplin y el sueco Lasse Hallström

Charles Chaplin fue uno de los grandes del cine y ahora alguna de sus obras empiezan a cumplir su centenario. Con este motivo se están restaurando sus largometrajes entre los que se encuentra La quimera del oro (1925, 10 de diciembre). Es una tragicomedia muda que supuso una de las cimas de su obra. Cuenta las peripecias de un buscavidas que emigra a Alaska en 1898, donde espera encontrar oro y hacerse rico. Pero el hambre acecha entre los buscadores. Contiene escenas memorables que ya forman parte del imaginario cinéfilo como el guisado de la bota o el baile de los panecillos. Un clásico tan divertido como dramático.

El sueco Lasse Hallström se hizo un sitio en el cine internacional con títulos como ¿A quién ama Gilbert Grappe?, Las normas de la casa de la sidra o Chocolat. Pero antes de eso sorprendió al mundo con Mi vida como un perro (1985, día 17 de diciembre), una cinta rodada en su país de origen que sorprendió mucho y llegó a colarse entre las nominaciones a los Oscar con dos candidaturas (director y guion adaptado) y se llevó el Globo de Oro a la mejor película extranjera. En la Suecia de los años 50, un niño de 12 años, debido a la grave enfermedad que padece su madre, debe irse a vivir a casa de unos parientes, en un pequeño pueblo. El filme aborda su paso de la infancia a la adolescencia, su relación con sus parientes y vecinos, el descubrimiento de su propio cuerpo y de los cambios que en él se producen, desde la mirada afectuosa de quien recuerda sus propias experiencias infantiles.

Un reto cinematográfico

Pasadas las vacaciones navideñas, el ciclo se reanudará con todo un experimento cinematográfico de Aleksandr Sokurov, El arca rusa (2002, 7 de enero). El reto consistía en rodarla toda en un solo plano secuencia filmado con una steadicam en el Museo del Hermitage. Un narrador invisible vaga por el Palacio de Invierno y asegura ser un fantasma errante. Durante su trayecto coincide con personajes históricos y ficticios y repasa los tres siglos de vida de este edificio. Una película ambiciosa y arriesgada que pasaba por 33 de sus habitaciones y contaba con nada menos que 800 actores. Su clímax final era una escena de baile tan espectacular como compleja. Una buena selección de películas para degustar como fueron concebidas, en una sala de cine. Y su supervivencia, pese a la actual situación, sí que es auténticamente imprescindible.