tendencia 'millennial'

'Candelight': pasa la noche a dos velas

Si tus 'stories' de Instagram tienen menos relevancia que Teruel antes de esta candidatura es porque todavía no has ido a estos conciertos de música clásica

Concierto de 'Candelight': música clásica entre velas y 'millennials'.

Concierto de 'Candelight': música clásica entre velas y 'millennials'. / periodico

Abel Cobos

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Las luces prácticamente apagadas, lo único que ilumina las paredes de esta iglesia gótica son unas velas repartidas por sus pasillos. De golpe, todos se callan y suena un piano. Te sube un escalofrío por la espalda, te sientes como si estuvieras en un momento de tensión dramática en una serie de temática medieval. Pero no, es un concierto de música clásica a la luz de las velas en Santa Maria del Pi

Antonio Morant Albelda es el intérprete esta noche, que empieza con el ‘Nocturno Op. 27’, una de las composiciones más célebres del músico romántico Frédéric Chopin, protagonista de esta sesión de ‘Candelight’, nombre que recibe este ciclo de conciertos nocturnos. Al piano se le van sumando varios instrumentos, que acompañarán al protagonista durante las diez canciones que tocarán en las casi dos horas de concierto.

Pero la oscuridad de la sala que acompaña a las piezas románticas de Chopin se rompe rápidamente con las luces de las pantallas de los móviles. Cada diez minutos, unas manos surgen de entre las cabezas sentadas en los bancos de la iglesia para grabar. Y normal: no hace falta ser Kylie Jenner, la reina de Instagram, para darse cuenta de que velas, arquitectura gótica y música instrumental son los ingredientes perfectos para petarlo en las ‘stories’. 

Tras los móviles, un montón de ‘millennials’. “Es uno de nuestros públicos potenciales. El 70% de los asistentes no sube de los 40 años”, explican desde Fever, la ‘start-up’ que hay tras estos eventos de música clásica. El papa Francisco estaría orgulloso: desde la Jornada Mundial de la Juventud que no se ven tantos jóvenes pisando una iglesia. 

“Nuestro objetivo es democratizar la cultura. Es este caso, la música clásica”, añade Francisco Hein, director de márketing de la empresa. El proyecto empezó “hace seis meses y ha tenido una gran acogida”. Tanta, que ya tienen programados decenas de conciertos para los próximos meses, con interpretaciones que van desde los clásicos como Mozart, Beethoven o Schubert hasta artistas contemporáneos como el célebre Ludovico Einaudi.

Más que postureo

Más que postureo En cuanto acaba la música, el ‘tag’ de Santa Maria del Pi en Instagram se inunda de fotos de pianos, violines y velitas como si fuera la noche de San Valentín. “Pues me ha gustado, nunca había ido a un concierto de música clásica”, dice una chica mientras teclea un pie de foto con más rapidez que Rosa Díez un tuit contra Pedro Sánchez. “Los jóvenes tienen una demanda real de este tipo de planes”, añade Fever. Es decir que, aunque pueda no parecerlo, la gran mayoría no ha venido por postureo. Los jóvenes quieren, aunque no siempre puedan, asistir este tipo de productos culturales.

“La gente joven no consume música clásica no porque no quiera o no le guste, sino porque cree que no sabe o que no tiene el conocimiento suficiente para poder disfrutarlo. Tradicionalmente se nos ha hecho creer que para poder disfrutar de una obra clásica debes ser casi un erudito”, asegura Fever. Por eso han creado estos eventos: una forma de introducir a aquellos que por música clásica entienden el reggaetón de Pitbull a autores como Strauss, Tchaikovsky o Pachelbel, muy restrictivos para los jóvenes ya sea por el elitismo cultural o por los precios (¿qué ‘millennial’ puede pagarse, con la precariedad actual, un pase al Palau de la Música con asiduidad?). 

Escenarios emblemáticos

Escenarios emblemáticosLas entradas van desde los 15 euros hasta los 45, y hay varias sesiones a la semana. La próxima entrega será el <strong>12 de febrero</strong>. El lugar escogido es, de nuevo, Santa Maria del Pi, aunque no es el único sitio en el que han celebrado conciertos de ‘Candelight’. “Siempre son en lugares emblemáticos de Barcelona. Así, a través de la música, damos a conocer al gran público espacios que también forman parte de nuestro patrimonio cultural”, explica la organización. Un plan perfecto para traer a una cita, conseguir algunos ‘followers’ y, ya que estás, conocer la ciudad desde otra perspectiva.