Toma pan y moja

El plástico lo pagas tú, por Òscar Broc

Es la respuesta del imperio del 'fast food' a la ley para gravar los envases no reutilizables: añadir céntimo a céntimo a las facturas. ¿Por qué tiene que pagar el cliente cuando es decisión de la empresa emplearlos?

ketchup

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Òscar Broc

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Un compañero de trabajo me envía indignado la cuenta de una famosa cadena de hamburgueserías. En la factura, uno detecta varios cargos de un céntimo de euro con una misteriosa nota aclaratoria al lado: Plástico/Ley 07/22. Es muy sencillo, si pides algo que lleve plástico no reutilizable te tocará desembolsar el aguinaldo. ¿Quieres una Fanta para refrescarte el gaznate? ¿Te apetece ketchup para darle vida a esa hamburguesa? Pues tendrás que abonar el céntimo te guste o no. 

Es la respuesta del imperio del 'fast food' a la ley impulsada por el Gobierno para gravar los envases de plástico no reutilizables. Si multiplicamos ese céntimo adicional por cientos de miles de adictos a la comida basura, la cantidad resultante es de lo más respetable. De todos modos, ¿a nadie le sangran los ojos al ver que dichos cargos corren a cuenta del consumidor, por mucho que la ley lo permita? ¿Por qué tiene que pagar el cliente el uso de plásticos no reutilizables cuando es decisión de la empresa emplearlos? 

Extra de ketchup

A nadie se le ocurrirá reclamar dos o tres céntimos de más en la cuenta. El problema no es la cantidad, el problema es que una cadena internacional que vomita toneladas de plástico y cosecha beneficios obscenos obligue al cliente a rascarse el bolsillo para no descuadrar márgenes. ¿Tan difícil y costoso es encontrar y aplicar soluciones para desechar de una vez por todas los plásticos de marras? 

Y ya puestos, si tan importante es nuestra salud como el medio ambiente, digo yo que también deberían gravarse esas 'burgers' y patatas fritas de ínfima calidad que introducimos en nuestro cuerpo, auténticas bombas contaminantes para la salud de la especie humana. Un céntimo más cerca de la diabetes.

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