"¿En tu cuarentena o en la mía?": ligar en los tiempos del coronavirus

“Sabía que este momento iba a llegar –lo soltó ayer al fin una chica por vídeo casero-: acabo de discutir con el Satisfyer”. Son los daños colaterales del coronavirus. Es lo que tiene cuarentenear en soledad. Todos los días dando gracias por que el Satisfyer no va a pilas.

La humanidad está abocada a la extinción, eso cualquier soltero lo tiene claro. Lo descubres en cuanto abres Tinder en un estado de alarma. ¿Que cómo se intenta ligar en medio de un apocalipsis? Con tres palabras: “Tengo papel higiénico”.

'Apps' para hacer videollamadas en grupo

Sí, son tiempos en los que lo más cercano a un orgasmo es conseguir papel higiénico de doble capa. Ahora alguien se considera sexi si tiene un perro de coartada para pasear por la calle y sus manos están más relucientes que las del mayordomo de Tenn. Hasta los besos virtuales se mandan con emoticonos con mascarilla.

Los perfiles de Tinder empiezan a parecer una mezcla de Mad Max y el Mercadona. Se ve mucho “superviviente” que ofrece "rollo", pero del de Scottex. “Hagamos más ameno el confinamiento y luego ya veremos”, lanza uno. “Que no pueda salir de casa no quiere decir que no nos lo podemos pasar bien”, propone otro. “Diremos que nos conocimos durante el confinamiento”. Se ve a algún italiano que comparte su sistema inmune al coronavirus. Y hay quien ofrece sus “buenos genes” para repoblar el mundo tras la pandemia. Solo les falta decir “¿en tu cuarentena o en la mía?”.

Por si el confinamiento no fuera duro, durante el ligoteo virtual aparece de golpe un anuncio de Durex. “Disfruta lo inesperado”, incitan. “Ve protegido”. Hay quien les ha hecho caso y ya usa los preservativos para protegerse los dedos.

Nueva frase para romper el hielo

La nueva frase básica para romper el hielo: “¿Algún plan para este fin de semana?”. Y se remata con un emoticono con gotita de sudor en la frente. Eso da de sí. Ahora cualquier confinado tiene una agenda de ocio que ni las Kardashian en los tiempos precoronavirus. Pero esto es Tinder: da igual lo que respondas que terminarán preguntándote si eres juguetona. Pam, ya estás haciendo sexting sin ni siquiera verlo venir.

En tiempos de pandemia, se impone el sexting, el sexo virtual, las conversaciones subidas de tono. Y, a falta de una cita por pantalla, a lo Rajoy en sus buenos tiempos, hay porno gratis para dar y regalar. De hecho, ya hay quien le ve ventajas a esto del confinamiento. “Puedes llamar a tu ex sin miedo a tener sexo”.

Los únicos singles que aún pueden toquetearse como si nada –qué ironía- son los concursantes de los realities enclaustrados por el mundo. Quién nos iba a decir hace una semana que serían nuestra última esperanza.