Que el vecino haga la comida

Es lo más cercano a una madre exprés: preguntas qué hay de comer y vas a su casa a rellenar túpers. ¡Ding dong! Y te abre la puerta uno de tus vecinos con un plato casero recién hecho en una bolsa de papel con logo. Sí, eso de confraternizar con el vecindario pidiendo un poco de sal se ha quedado corto. La comida a domicilio ha pasado al nivel 3.0: «Lo que ofrecemos no es solo comida, es una experiencia», garantizan.

Esto es <strong>Cuinee</strong>, el <strong>Airbnb </strong>de la cocina. Aquí se ofrece comida casera hecha en casas de verdad. Su lema para abrir boca: «Tus vecinos cocinan para ti». El súmmun de los cocinitas de sofá. Solo hay que teclear el código postal en la web y aparecen los platos que están cocinando los chefs caseros que tienes más cerca. Miras, salivas, clicas y vas a buscar el menú a casa del propio chef con sensación de estraperlo. Como diría <strong>Chicote</strong>: «Alucino pepinillos».

Gimnasios paleolíticos

¡Ding dong! Abre la puerta Emma Campdepadrós ofreciendo un túper de 'tajine' de ternera con ciruelas. «Que aproveche», saluda a lo '<strong>Masterchef</strong>'. Hace un mes que se dio de alta en Cuinee, más o menos cuando empezó a funcionar la web. «Siempre había pensado hacer algo así», asegura. Es lo que repiten la mayoría de estos cocineros caseros. Ella solía trabajar en restauración, ahora tiene una panadería. «No es lo mismo», se encoge de hombros. Tiene 30 años y un bebé de dos meses que se escucha de fondo. Anas, se llama. «Es un nombre árabe», explica. Como las especialidades gastro que reparte desde su casa en Sants. Se intuye enseguida en cuanto te deja pasar a la cocina: junto a la sartén humeante con restos de 'tajine' hay un horno turco. Suele ofrecer en la plataforma casera comida marroquí, pero también catalana y española, añade. «Y todo halal».

«PASIÓN POR LA COCINA»

«Hay gente que cocina muy bien en casa -da fe <strong>Severí Vinyoles</strong>, uno de los fundadores de Cuinee-. Hay gente que tiene mucha pasión por la cocina y son extraordinarios cocineros, pero su talento se queda restringido a un ámbito familiar. ¿Qué es lo que propone Cuinee? -Severí se autopregunta y responde-. Que esos chefs caseros puedan lucir su talento y sus platos».

Cuinee es el invento de una 'startup' de tres catalanes -Severí, Pere Oriol, Núria Barnils-, y un italiano, Domenico Beneduce. No es la primera plataforma que agrupa a vecinos que cocinan: en Bruselas funciona <strong>Menu Next Door</strong>, que en breve se reinstalará en Londres y París; en Australia, <strong>Homemade</strong>. La 'app' de Android de Cuinee estará lista en dos, tres meses -prevén sus responsables- y la de iPhone saldrá uno o dos meses después.

Son los chefs caseros los que se registran en la plataforma, los que deciden qué cocinan, cuánto cuesta el plato y cuándo se puede ir a recoger. <strong>Alessio Alfonso</strong>, por ejemplo, hará mañana suflé de chocolate bio en el Raval; <strong>Paula Pascual</strong>, chili vegano cerca de Sagrada Família; <strong>Carolina Bernal</strong>, arepas colombianas junto a la plaza del Doctor Letamendi.

De momento, hay solo cinco chefs caseros en la plataforma. Aún está en la fase inicial. «Tenemos peticiones de 50-60 cocineros que estamos gestionando», apunta Severí. Aquí no se piden títulos. «Son cocineros vocacionales, pasionales, gente que cocina muy bien», justifica el cofundador de Cuinee. No hacen cástings en plan 'Masterchef', pero sí que llevan un control. «Queremos conocerlos personalmente y les pedimos que tengan el título de manipulación de alimentos». De hecho, explican cómo sacárselo en el formulario.

«Lo que estamos ofreciendo no es solo comida, es una experiencia -insiste Severí-. Ir a casa de tu vecino, comprarle un plato que ha hecho con mucho amor y probar cosas nuevas». Por ejemplo, un 'tajine' de ternera con ciruelas a lo Emma. Sabe a casa, sí, pero sin lavar una cazuela.