Cine

Una gozosa selección de la obra de Aki Kaurismäki llega a Filmin

La plataforma presenta 24 títulos, entre largometrajes y cortos, del influyente director finlandés, autor de la reciente y premiadísima ‘Fallen leaves’

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El director finlandés Aki Kaurismäki, en Vigo en 2017

El director finlandés Aki Kaurismäki, en Vigo en 2017 / Salvadors Sas / Efe

Quim Casas

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Aunque Aki Kaursmäki tiene un hermano, Mika, también cineasta, y ya son varias las cinematografías escandinavas que en los últimos años han demostrado su importancia, caso del cine islandés y el noruego, rompiendo la hegemonía de Suecia y Dinamarca, nadie representa mejor al cine finlandés –y por extensión al nórdico– como el director de ‘Fallen leaves’. 

De estilo insobornable, que ha desarrollado desde sus inicios en los años 80, impertérrito a los cambios, flujos y reflejos del gusto, a las corrientes y mareas que han asolado el cine moderno, Kaurismäki, Aki, recala en Filmin a partir del 19 de abril. La plataforma ofrece un completo ‘Universo Aki Kaurismäki’ con 17 largometrajes y 7 cortos, un repaso selecto y gozoso a la obra de este autor que ha hecho de la melancolía, el fado finlandés, el rock’n’roll de los Leningrad Cowboys, la ironía, la observación de la clase trabajadora y el cine social bien entendido, auténtica materia de estilo.

En Filmin pueden verse las películas más conocidas del director en su última etapa, aquellas que han cosechado un mejor rendimiento en las salas y han obtenido, por lo general, el beneplácito y los premios en los festivales más importantes. Pero el cine de Kaurismäki no se define solo por estas películas, por ‘Fallen leaves’, ‘Nubes pasajeras’, ‘El Havre’, ‘Un hombre sin pasado’, ‘Luces al atardecer’ o ‘El otro lado de la esperanza’, filmes a la vez dolientes y luminosos sobre personajes en situación precaria, sean representantes de la clase trabajadora, exiliados, migrantes, refugiados o sin techo.

El ciclo incluye sus cortos y largos protagonizados por los Leningrad Cowboys, un grupo de rock inventado por el propio director cuyos miembros lucen proteínicos tupes y botas con punteras, y que han llegado a actuar con el Coro del Ejército Rojo. En estas películas asoma todo el sentido del humor absurdo del que siempre ha sido capaz Kaurismäki, a veces anacrónico, fruto de su contemplación desencantada del mundo en el que vive.

Películas inclasificables

Se incluyen también películas tan inclasificables como ‘Contraté a un asesino a sueldo’ (1990), un drama distanciado en el que Jean-Pierre Léaud encarna a un tipo gris que contrata a un asesino para que termine con su vida. En la permanente vinculación del director con el rock, el filme incluye una actuación en solitario del fallecido Joe Strummer, líder de The Clash. Y ‘Hamlet va de negocios’ (1987), particular relectura de la tragedia shakesperiana ambientada en Helsinki en los 80 y con Hamlet convertido en principal accionista de un importante grupo empresarial; fue uno de sus primeros filmes en obtener reconocimiento internacional.

No faltan a la cita ‘Ariel’ (1988), segundo jalón de la denominada trilogía del proletariado, aunque casi todo el cine de Kaurismäki gira en torno a la clase obrera; ‘La vida de bohemia’ (1992), sobre la vida cotidiana de tres artistas sin dinero ni trabajo en el París bohemio, con participación como actores de los cineastas Sam Fuller y Louis Malle, y ‘Juha’ (1999), adaptación de un clásico de la literatura finlandesa rodado en blanco y negro y sin diálogos ni sonido, una bella restitución de la pureza del cine mudo.

Y, por supuesto, ‘La chica de la fábrica de cerillas’ (1990), quizá su película más perfecta, cierre de la citada trilogía del proletariado y conectada directamente con el espíritu de autores que, como Robert Bresson y Yasujiro Ozu, fueron siempre a la esencia de las cosas en sus relatos cinematográficos. Protagonizada por una de sus actrices habituales, Kati Outlinen, un rostro en apariencia inexpresivo pero a la vez enormemente expresivo, narra la rutinaria existencia de una chica que trabaja maquinalmente en una fábrica de cerillas, no se entiende con sus padres y busca en vano el amor, o algo de afecto, en las salas nocturnas de baile. Kaurismäki en estado puro, entre la melancolía y la esperanza.