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Todo James Bond en 'streaming'

Movistar Plus+ crea un canal dedicado íntegramente al personaje en el que podrán verse las películas interpretadas por Daniel Craig, Sean Connery, Roger Moore, George Lazemby, Timothy Dalton y Pierce Brosnan.

El universo Bond a través de los años: Daniel Craig, Ursula Andress, Sean Connery y Pierce Brosnan.

El universo Bond a través de los años: Daniel Craig, Ursula Andress, Sean Connery y Pierce Brosnan. / EPC

Quim Casas

Quim Casas

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Si nada se tuerce, Aaron Taylor-Johnson será el nuevo James Bond cinematográfico. Atrás quedan las muchas especulaciones sobre la dirección que emprendería el personaje tras el punto final trágico de la etapa con Daniel Craig, especulaciones que incluían cambio de género o de raza. Taylor-Johnson, británico de 33 años y visto ya en un puñado de películas de acción (‘Kick Ass’, ‘Godzilla’, ‘Vengadores: La era de Ultrón’, ‘Tenet’, ‘Bullet train’, ‘The King’s man: La primera misión’), seguirá los pasos de Sean Connery, Georges Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Craig para encauzar una nueva era en las andanzas del espía que surgió en los tempestuosos tiempos de la guerra fría ungido de su licencia para matar.

 Para celebrar el cambio, y echar la vista atrás sin ira ni nostalgia, Movistar Plus+ crea un canal especial dedicado al personaje, ‘James Bond por M+’, que a partir del 11 de abril permitirá ver toda la filmografía del personaje. Licencia para verlo todo, en un juego de palabras con ‘Licencia para matar’ –una de las dos películas interpretadas por Dalton en la fase más irregular del personaje– y ese M+ que hace referencia a M, responsable de operaciones y jefe directo de Bond, interpretado por Bernad Lee en los filmes con Connery, Lazenby y Moore –tuvo también un papel en la película de espionaje que era la antítesis de la saga 007, ‘El espía que surgió del frío’, según la novela canónica de John le Carré– y, en una de las primeras inversiones importantes de la serie, por Judi Dench en la etapa de Brosnan y Craig, hasta la muerte del personaje en ‘Skyfall’.

 La creación de Ian Fleming ha pasado por todos los estados posibles. Al agente vestido de impecable esmoquin cuando toca ir de fiesta, seductor, mujeriego, listo e implacable cuando debe liquidar a alguien –sea un agente de SPECTRA o una bella mujer en cuyas brillantes pupilas ve reflejada la silueta de un asesino dispuesto a acabar con él–, se le ha considerado fascista, machista, racista y misógino, un emblema del capitalismo y de la hegemonía anglosajona tras la segunda guerra mundial. 

 En las novelas resulta más matizada su ambigua personalidad; no deja de ser un agente secreto al servicio del imperio británico, así que no hay que pedirle un dechado de virtudes humanistas, pero el cine lo convirtió en un mito popular en la época en la que Umberto Eco dilucidaba quien era apocalíptico y quien era integrado en los medios de consumo de masas.

 Connery instauró todo un imaginario, tan lleno de encanto como de violencia. En algunos aspectos, filmes como ‘Agente 007 contra el Doctor No’, ‘Desde Rusia con amor’, ‘James Bond contra Goldfinger’ y ‘Operación Trueno’ no pasarían ningún test de carácter ético, ni en la construcción de los villanos ni en la configuración de las denominadas ‘chicas Bond’. Pero tenían también un acabado técnico implacable, un ‘look’ muy personal, bandas sonoras de ensueño, estética pop y secuencias perdurables: la pelea en el tren entre Connery y el sicario soviético encarnado por Robert Shaw en ‘Desde Rusia con amor’ o la chica asfixiada con todo el cuerpo cubierto con pintura de oro en el filme de Goldfinger.

 Moore, que había sido elegante y sofisticado espía televisivo en la serie ‘El Santo’, suplió a Connery tras la efímera etapa con Lazenby reducida a un solo filme, ‘007 al servicio secreto de su Majestad’, que no triunfó en la taquilla porque se atrevió a presentar ese lado trágico que el ciclo con Craig acentuaría: en aquella película, Bond se casa con la hija de un mafioso (interpretada por Diana Rigg, otra estrella catódica gracias a la moderna serie de agentes secretos ‘Los Vengadores’) y el día después de la boda ella es asesinada. La canción de este filme interpretada por Louis Armstrong, ‘We have all the time in the world’, sonaría de nuevo en el último con Craig, ‘Sin tiempo para morir’, a modo de engarce y cierre del círculo.

 Moore empezó con energía: ‘007 Vive y deja morir’, con el tema de Paul McCartney y The Wings, o ‘El hombre de la pistola de oro’, mantenían el tipo de la serie, pero poco a poco se fue convirtiendo en parodia de sí mismo. Dalton, actor de corte shakesperiano, no muy idóneo para el personaje, fracasó de forma bastante estrepitosa con ‘007: Alta tensión’ y ‘Licencia para matar’. Pero entonces los productores que rigieron el destino de la serie durante décadas se dieron cuenta de que la fórmula se estaba agotando y le dieron un inteligente impulso con Pierce Brosnan al timón. 

 ‘Goldeneye’, ‘El mundo nunca es suficiente’ o ‘Muere otro día’ no están exentas de secuencias exageradamente espectaculares, tramas rocambolescas y villanos sicóticos –el hombre con diamantes incrustados en el rostro–, pero Brosnan incorporó algo de naturalismo al personaje y las ‘chicas Bond’ (Michelle Yeoh, Sophie Marceau, Halle Berry) empezaron a ser bastante más proactivas.

 Al compás de nuevas novelas escritas por autores diversos que se apartaban del canon establecido por Fleming y los guionistas de las películas, apareció Daniel Craig para quebrar la reticencia inicial de sus detractores y ofrecer un giro, tan inesperado como complejo, al personaje. El mundo ha cambiado y aquel James Bond ya no tenía cabida en él. Al agente encarnado por Brosnan le costó reconocer que M fuera ahora una mujer, pero al 007 interpretado por Craig no le resultó tan drástico asumir que se había enamorado (primero de Eva Green, después de Léa Seydoux) y que podía ser padre.

 Todo ello, filme a filme, 28 en total con la excepción de último de Craig, se podrá revisar o descubrir en ‘streaming’ durante las próximas semanas, con perspectiva crítica o sentimiento lúdico. Las dos cosas las acepta el personaje. La panorámica se completa con la versión paródica de ‘Casino Royale’ realizada en 1967, la primera versión de esta novela rodada para televisión en 1954 y el documental ‘Todo o nada: la historia de 007’.