Insultos homófobos y misóginos desatan una huelga en un estreno de 'Sangre en los labios', de Kristen Stewart

El estreno de la película 'Sangre en los labios', protagonizada por Kristen Stewart y Katy O'Brian, en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas (BIFFF) estuvo marcado por una avalancha de insultos homófobos y misóginos. Más de 60 personas LGTBIQ+ tuvieron que abandonar la proyección después de al menos tres casos de violencia física, según confirma el semanario dedicado al cine y a la cultura popular 'Variety' a través de información de la organización. Los hechos desataron una huelga masiva por parte de los espectadores, que comenzó unos 20 minutos después de la 'premiere', seguida de protestas.

Los asistentes han informado al medio citado de que el thriller de Rose Glass recibió comentarios inquietantes casi desde el principio de la proyección, que aumentaron cuando comenzó la relación entre las dos protagonistas. De hecho, las escenas de amor entre Stewart y O'Brian fueron recibidas con abucheos y burlas homófobas, mientras que un caso de coerción sexual provocó aplausos.

“Sabemos la diferencia entre los chistes estándar y los insultos y comentarios lesbofóbicos. Cuando los miembros de la audiencia aplauden durante [lo que sentimos que es] una escena de violación, cuando hacen pantomima de masturbación y abuchean a las actrices en la pantalla gritando 'desnúdate', 'ella quiere polla', 'asquerosa' y 'guarrillas' en la más mínima escena de intimidad lésbica, una vez que los espectadores se levantan para salir del cine o piden respeto, sólo para ser abucheados, insultados y agredidos físicamente, y una vez que docenas de lesbianas abandonan el teatro llorando, sucias, degradadas y conmocionadas, no podemos hablar de una atmósfera de buen carácter", han descrito los asistentes a Variety.

Protestas

Los altercados pasaron de ser verbales a físicos y ataques con tono de odio. A partir de ese momento, entre 60 y 80 asistentes se reagruparon en el vestíbulo del cine en una huelga y empezaron a retroceder en masa. Los manifestantes pedían que se interrumpiera el festival y, cuando los organizadores se negaron, las protestas aumentaron y se trasladaron también al exterior del establecimiento.

Jonathan Lenaerts, del BIFFF, ha confirmado al semanario estadounidense que los organizadores llamaron a la policía para disolver la protesta y garantizar que el espectáculo pudiera continuar. "Habíamos programado esta película específicamente porque tocaba a la comunidad LGTBIQ+", asegura Lenaerts, que buscaban encontrar un nuevo público en el festival. “Tomaremos medidas directas: si alguien hace comentarios inapropiados, será expulsado inmediatamente”, añade.

Horas después de los sucesos, el BIFFF emitió un comunicado calificando los eventos de “inaceptables” y pidiendo disculpas a la audiencia por “comentarios discriminatorios contra cualquier comunidad”.