La Sydney Dance Company estrena 'Impermanence' con música de Bryce Dessner

Desde que el catalán Rafael Bonachela llegó a la Sidney Dance Company hace poco más de tres lustros la compañía australiana no ha dejado de evolucionar. Hasta ahora en sus visitas al Mercat de les Flors había presentado creaciones propias espectaculares, donde brillaban los 17 fantásticos bailarines del conjunto australiano formado por intérpretes de numerosos países y culturas.

En esta ocasión viene con dos propuestas muy diferentes, dos estrenos en Barcelona imperdibles del festival Dansa Metropolitana. Por un lado está 'Impermanence' (días 19 y 20 de marzo) una hipnótica obra abstracta y emotiva creada antes y durante el covid, con música original de Bryce Dessner, ganador de varios Grammy tanto como compositor de clásica como con la banda norteamericana de rock The National.

Por otro, 'Ascent' (en cartel hasta el sábado), un estimulante programa triple, permitirá descubrir otras piezas que la compañía ha creado con destacados coreógrafos como el australiano Anthony Hamilton con 'Forever & Ever', una aclamada obra donde se fusionan danza, alta costura, techno e iluminación, y a la valenciana Marina Mascarell con 'The schell, a ghost, the holst and the Lyrebird', una pieza onírica concebida con artistas australianos. Completa el programa 'I Am-ness', un cuarteto ideado por Bonachela donde los bailarines actúan como si fueran un todo.

En esta pieza destaca la unión de cuerpo y mente en un flujo constante que refleja la esencia del ser humano. El programa permitirá apreciar la versatilidad de los bailarines capaces de combinar desde la danza clásica contemporánea hasta la danza más experimental y futurista. "Este programa triple se estrenó en marzo del año pasado como parte del 50 aniversario de la Sydney Opera House", recordó Bonachela en rueda de prensa.

Belleza y devastación

La colaboración de Bonachela con Bryce Dessner en 'Impermanence' surgió del interés de ambos por hablar de "la naturleza efímera de la vida" porque "incluso aquello que pensamos que está allí para siempre puede desaparecer", señala. 'Impermnence' juega con dos conceptos: belleza y devastación.

Bonachela explica que fue muy interesante hablar con Bryce en París sobre la escasa durabilidad de las cosas y que la catedral de Nôtre-Dame, "algo que parecía que siempre estaría allí", se conviritiera en cenizas. Después llegaron esos fuegos que arrasaron Australia. Eso también afectó a la manera de trabajar la pieza, tanto en el aspecto musical como coreográfico. Y poco antes de estrenar la obra en marzo de 2020 llegó la pandemia, algo que lo alteró todo. Aquello que cambió radicalmente nuestro mundo y la manera de relacionarnos reforzando la idea de la obra: "Nada es permanente. Todo aquello que damos por sentado como nuestra forma de relacionanos y de viajar puede desaparecer en cualquier momento".

Si algo tuvo de bueno la pandemia para 'Impermanence' fue que Bonachela propuso a Bryce alargar la obra que ha acabado siendo una pieza de una hora y a la que añadió una canción de Antony and the Johnsons, 'Another world'. 'Impermanence' combina una danza física y atlética con una inspiradora música llena de emoción interpretada en directo por un cuarteto de cuerda. En Barcelona contará con el conjunto francés Quator Zaide que acompaña a la formación en su gira europea.

De La Garriga al mundo

Bonachela se siente ciudadano del mundo. "La danza es un idioma universal", recuerda. Mirando atrás es mucho lo que ha conseguido proyectando su talento de La Garriga al mundo. Pasó de bailar en L'Anònima Imperial en Barcelona a trabajar marchar a Londres a los 18 años y trabajar en el prestigioso Ballet Rambert. Años después creó su propia compañía. "Asumí la dirección de la Sydney Dance Company hace 16 años porque es un lujo poder crear obras para 17 bailarines con una compañía que cuentra con apoyo gubernamental. Yo entonces era un coreógrafo independiente y me tentó poder hacer obras grandes con tantos bailarines", recuerda. "Desde el principio mi objetivo fue llevar a lo más alto a la Sidney Dance Company. Quería que tuviera relevancia internacional". Y lo ha conseguido. "Estamos en la meca de la danza. Est gira de siete semanas acabará en el Kennedy Center de Washington donde la compañía nunca ha actuado". Cuando se le pregunta qué significa triunfar, lo tiene claro: "El éxito es llenar el teatro".

En Australia la compañía tanto actúa en la icónica Ópera de Sydney como en el Teatro Roslyn Packer situado delante de la sede de la compañía. Su misión tambien es llevar la danza por el país realizando giras y dar salida a nuevos talentos, tanto bailarines como coreógrafos. Cada año 'New breed' un programa para potenciar a nuevos coreógrafos que ya acogido a 39 artistas, la mayoría australianos. Todos han creado obras para la compañía y algunos trabajos han pasado a formar parte del repertorio de la compañía. "Algunos de ellos ya están haciendo carrera internacional como Stephanie Lane o Daniel Riley que ahora dirige la Australian Dance Theater".