Entrevista

Julio Manrique: "Quiero llegar a los espectadores que se habían alejado del Lliure en los últimos años"

Manrique explica sus propuestas para su etapa como director de Teatre Lliure: recuperar el Espai Lliure, doblar funciones, abonos ciegos y un ambicioso proyecto con personas con diversidad funcional liderado por Clàudia Cedó

Julio Manrique, nuevo director del Teatre Lliure.

Julio Manrique, nuevo director del Teatre Lliure. / Jordi Otix

Marta Cervera

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El objetivo del actor y director Julio Manrique al frente del Lliure es llegar a un público amplio y diverso con espectáculos de calidad atractivos y contemporáneos, con un ADN fiel a este teatro catalán surgido tras la muerte de Franco por iniciativa de un grupo de artistas con ganas de hacer "teatro de arte para todos". Tiene por delante cinco años para asentar su proyecto. Por ahora ya está preparando la próxima temporada 2024-25 con Ivan Benet como adjunto de dirección y un equipo asesor formado por Clàudia Cedó, Cristina Genebat y David Selvas. 

¿Cuál es el eje de su proyecto para el Lliure?

Quiero que el arte y los artistas estén en el centro de la actividad de este teatro. Quiero cuidarlos y también conectar con el público. Quiero hacer teatro que le interpele, que sienta que hablamos de él, que le importe lo que proponemos y que venga.

Recuperar el Espai Lliure al cien por cien es otro de sus objetivos ¿Habrá presupuesto?

De momento nadie me está parando los pies con las propuestas que estamos haciendo de cara a la próxima temporada. Trabajamos codo con codo con el departamento de producción y el gerente del teatro. Programaremos y produciremos espectáculos en el Espai Lliure. En Catalunya faltan espacios. 

¿Recuperará también la compañía joven?

Al final no. Tengo más ganas de montar una compañía donde participen personas con diversidad funcional. Hay personas que con un poco de ayuda pueden subir al escenario y brillar. Espero contar con ellas en Ànima Lliure, un proyecto muy bonito en un teatro como este, con vocación de servicio público.

¿Quién lo gestionará?

Contamos con Clàudia Cedó como asesora. Ella está vinculada al teatro y al ámbito de la diversidad funcional a través de la Plataforma Escenaris Especials cuyo trabajo ha cristalizado en montajes tan fantásticos como 'Mare de sucre', una propuesta útil, emocionante y divertida que mezclaba intérpretes con y sin diversidad. Será un proyecto a largo plazo con un espectáculo por temporada que servirá para visibilizar, cuerpos, voces y puntos de vista a los que no estamos acostumbrados donde participarán actores profesionales y otros intérpretes. 

Julio Manrique, nuevo director del Teatre Lliure.

Julio Manrique, nuevo director del Teatre Lliure. / Jordi Otix

Suena complejo.

Y requiere un impulso económico porque necesita cosas como asistencia, coaching, pisos tutelados.... Por ahora hemos llamado a algunas puertas y las respuestas son muy alentadoras. Puede ser una iniciativa pionera en nuestro país.

¿Qué espacio tendrá el talento joven? 

Una parte de lo que se programe o se produzca en el Espai Lliure se centrará en el talento joven. Nos interesan los artistas emergentes que tienen cosas a explicar. Les daremos espacio para exhibir sus espectáculos o les ayudaremos a estrenar uno.

¿Qué tipo de compañías o artistas le interesan?

No puedo explicar nada concreto de la próxima temporada pero sí decir que habrá una producción con artistas jóvenes muy talentosos. Puntualmente, también podemos recibir la visita de espectáculos que igual se han visto previamente. Recuperaremos espectáculos con relatos chulos que se hayan hecho con medios precarios. Contarán una nueva oportunidad para desarrollarlo con todo lo que no tuvieron. 

¿El proyecto IT seguirá adelante?

Seguiremos acogiendo un montaje realizado por alumnos posgraduados del Institut del Teatre que trabajarán con un creador potente en la elaboración de un montaje. Hasta ahora el Lliure ha acogido estas propuestas en periodos cortos que no han tenido quizás el impacto que deberían. Me interesa impulsar a nuevos intérpretes y que el Lliure haga suyo este proyecto para que la vida de estas producciones sea más larga. Si pueden girar, mejor.

Julio Manrique, nuevo director del Teatre Lliure.

Julio Manrique, nuevo director del Teatre Lliure. / Jordi Otix

¿En qué notará el público el cambio de director?

Habrá que esperar a ver la programación. Hablaba de ello con Iván Benet, que es mi adjunto de dirección en este arranque del proyecto. Más allá de si la programación será rompedora o no, queremos que todos los espectáculos respondan a un porqué potente que esté relacionado con el contenido de un espectáculo, con la propuesta artística o con los lenguajes que se utilicen. Irán mejor o peor pero hemos de creer en todo aquello que ofrecemos.

Respecto a la anterior etapa del Lliure ¿cuál será el cambio principal?

El Espai Lliure estará abierto a la exhibición como las otras dos salas. Procuro no definir mi proyecto en función a los anteriores. Algunas cosas continuarán y se ampliarán como el programa educativo y otras, como la Escola de pensament, no.

¿Cambiará la política de precios?

Los carnets de Generació Lliure con precios muy bajos para los más jóvenes deben mantenerse. También queremos ampliar la política de abonos y lanzar un abono a ciegas como hacen algunos festivales. Como confiamos en la programación que estamos montando, apelaremos a que la gente para que deposite su confianza en nosotros a partir de mayo comprando a un precio ventajoso un abono sin saber qué verá.

¿Cuál es la función de Cesc Casadesús, que esté verano dejará la dirección del festival Grec?

Forma parte de un equipo asesor en el que también están Clàudia Cedó y con dos personas con las que mantengo una larga trayectoria en común personal y profesional: Cristina Genebat y David Selvas. No cobran por esta labor, trabajan en este proyecto por amor al arte.

¿Cómo se plantea su carrera como actor siendo director del Lliure?

Actuar no es una prioridad pero no quiero parar mi carrera artística porque necesito estar muy conectado al escenario. Quiero que el Lliure esté también muy conectado al escenario. Yo seguiré dirigiendo y por qué no, actuando. Pero con sentido común y responsabilidad, teniendo en cuenta el lugar que ocupo. No aprovecharé mi posición para dirigir un montón de espectáculos pero sí puedo dirigir alguno en una temporada y también actuar en alguna obra.   

Actualmente los trabajadores del Lliure está negociando el nuevo convenio. ¿Podrá hacer seis funciones a la semana como señala su proyecto?

En la medida de lo posible me gustaría doblar funciones cuando sea posible con funciones de tarde y noche. Creo que si actuamos como un equipo saldremos adelante. Aunque el Lliure tiene una gran estructura mi prioridad es formar equipo, ir todos juntos y remar en la misma dirección.

El Lliure depende de sobre todo del dinero del Ayuntamiento. ¿Qué tal las relaciones con los nuevos responsables en Cultura?

El Ayuntamiento es la administración que más aporta pero la de la Generalitat de Catalunya es muy importante también y no son nada despreciables las que hacen la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura. Natàlia Garriga, consellera de Cultura con la que ya hemos hablado, contará con un aumento del presupuesto en su departamento, algo que debe repercutir en todos los equipamientos culturales. Esperemos que el Lliure sea uno de ellos.

¿El Ayuntamiento también subirá su aportación?

Desde el Ayuntamiento me han hecho llegar su confianza en mi proyecto. Es mala política entrar en un sitio quejándote. Lo primero es trabajar, mostrar que quieres hacer cosas chulas y entonces pedir ayuda para poder llevarlas a cabo. 

Entre sus sueños está aumentar la giras y la internacionalización. Eso requiere dinero.

Son muchas las cosas que queremos hacer que requieren compromiso y fuerte apuesta institucional. Pero también queremos traer compañías extranjeras interesantes. Recuerdo que en la etapa de Àlex Rigola descubrimos el teatro alemán de Ostermeier.

A usted en cambio le va más lo anglosajón...

He dirigido más textos anglosajones. Pero una cosa es lo que me gusta hacer como director y otra lo que programará el Lliure.

El LLiure actual tiene 2.803 abonados y un público cuya media de edad ronda los 45 años. ¿Satisfecho?

La media de edad ha bajado en los últimos años aunque los promedios varían según cómo se calcula. No continuaremos con el ciclo Katharsis con propuestas más en los márgenes teatrales aunque haya atraído a un cierto tipo de público como en su día hizo el ciclo Radicals Lliures. Me gustaría que nuestra programación les interpele a ellos y a aquellos espectadores que se habían alejado del Lliure en los últimos años. El público del Lliure ha de ser transversal.

En 2026 este teatro alcanzará el medio siglo. ¿Está ya pensando en ello?

Hay cosas más urgentes que resolver en estos momentos pero ya tengo algunas ideas. Medio siglo de vida hay que celebrarlo. Yo acababa de cumplir 50 cuando salieron las bases para el concurso para la dirección del Lliure. Fue una bonita casualidad.