Aviso del sello BCore

¡Aún está a tiempo de salvar a un cedé de su muerte definitiva!

Jordi Llansamà, fundador de BCore, en la tienda hace casi una década, cuando celebraron los 25 años del sello

Jordi Llansamà, fundador de BCore, en la tienda hace casi una década, cuando celebraron los 25 años del sello / Archivo / Marc Sànchez

Ignasi Fortuny

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El cedé agoniza en multitud de cajas de cartón, en esos paquetes de la última mudanza aun sin abrir que habitan rincones de pisos sobrepagados en, por ejemplo, Barcelona. Eso, siendo muy optimistas. Superado por el vinilo, el Compact Disc resiste mínimamente, según apuntan los datos del primer semestre de 2023 publicados por Promusicae, conservando en España el 42,9% del mercado físico, cifra que va menguando con el paso de los años. Pero lo cierto es que la música en 'streaming', negocio concentrado en grandes plataformas multinacionales, sentenció a muerte al Compact Disc ya hace años. Pero, usted, lector, aún está a tiempo de salvar a algunos de ellos de su guillotina definitiva.

El sello barcelonés BCore (camino ya de su 35 aniversario), con tienda física en la calle Montmany de Gràcia, lanzaba esta mañana un aviso a navegantes melómanos que ha corrido rápidamente por la red, según ha constatado su fundador, Jordi Llansamà. El aviso-epitafio en cuestión: "Ha llegado el momento, necesitamos espacio y aunque nos duele, vamos a tener que destruir una parte importante de los CDs acumulados durante todos estos años. Por eso estos meses regalaremos CDs con todos los pedidos a través de la web".

"No es solo una señal de alarma porque no se venden cedés, sino que sellos pequeños que llevamos tanto tiempo como nosotros tenemos una acumulación de material que no se vendió en su día que necesitamos sacar por cuestión de espacio...", comenta Llansamà. Y ya se sabe la presión a la que somete esta ciudad por el espacio, y lo caro que va este.

Calcula el fundador de BCore que en la tienda hay más de 20.000 cedés. En cajas, porque no se mueven desde hace tiempo. Cuenta Llansamà que durante años han intentado hacer ofertas y venderlos hasta por tan solo un euro (menos de su valor original de fabricación), pero nada. "Hay ediciones que llevamos 25 años sin vender ni uno. No podemos tener 400 copias de un grupo que ya no se mueve. Y antes que tirarlos a la basura, prefiero regalarlos", razona, aunque cree que el volumen que tienen es tan grande que algunos tendrán que acabar triturados. "Quizá guardaremos unos 25 por grupo por la cosa histórica, pero lo otro, si nadie lo quiere, lo tendremos que destruir", lamenta. "¡A no ser que ahora haya una revolución!", añade con un punto de sarcasmo. Con contadísimas excepciones, hace muchos años que en BCore ya tan solo editan en formato digital y en el resistente y pujante vinilo.

Llansamà explica que poco después de publicar el 'post' en X (antes Twitter) un par de grupos ya le habían escrito para que guardasen algunos de sus álbumes en Compact Disc para ellos distribuirlos, y algún colega también le había pedido una pequeña colección. Ahora, quien pase por la calle Montmany -o a través de una compra en su página web- sabe que puede salvar la vida de algún cedé, ni que sea para bailar agarrado por última vez a esa pieza de plástico de, parece, tan escaso valor.

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