El Palau recordó a Victoria

Son muchos los homenajes que tanto en Barcelona como en diversas ciudades del mundo se le están rindiendo durante toda esta temporada a la soprano Victoria de los Ángeles en el centenario de su nacimiento, conmemorado el pasado 1 de noviembre. El concierto extraordinario del martes organizado por la Fundació que lleva el nombre de la cantante y por la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música Catalana ha sido una nueva muestra de cariño de esta última entidad hacia Victoria; el Palau forma parte indisoluble de la trayectoria de la insigne soprano barcelonesa. Fue en este escenario donde una jovencísima De los Ángeles se dio a conocer artísticamente hace ahora 80 años. Lo hacía interpretando un amplio programa que incluía ópera, 'Lied' y música española un ahora lejano 19 de mayo de 1944, parte del cual se rememoró en esta velada de la mano de jóvenes voces. Las sopranos Montserrat Seró, Violeta Alarcón, Belén García y Mercedes Gancedo y el barítono Carles Pachón fueron los protagonistas acompañados por la Simfònica Victoria de los Ángeles dirigida por Pedro Pardo, conjunto que debutó en el Palau con voluntarioso esfuerzo.

Pocos intérpretes líricos del pasado siglo fueron tan fieles a la producción musical española y catalana como Victoria de los Ángeles, y por eso este programa tuvo ese acento, mirando a un repertorio que la soprano llevó a cotas casi insuperables. Enric Granados abrió el fuego con “Quejas o la Maja y el ruiseñor” en su forma de aria para soprano de la tercera escena de la ópera ‘Goyescas’ servida en la voz de Montserrat Seró, cantante que en estos días se defiende en las pruebas eliminatorias del Concurso Viñas, demostrando una gran capacidad expresiva más allá de enseñar un material vocal promisorio. A un timbre atractivo une facilidad para colorear y juego de dinámicas, cualidades que refrendó al interpretar más tarde ‘Maig’ de Eduard Toldrà, despidiendo la primera parte.

La argentina Mercedes Gancedo compareció enferma y no pudo ofrecer los dos ciclos de 'cançó' catalana que tenía preparados para lucirse en la primera parte; “Combat del somni” de Frederic Mompou lo interpretó en su lugar Violeta Alarcón y “A l’ombra del lledoner” de Toldrà, Belén García, ambas con total solvencia.

El barítono Carles Pachón, una estrella que despunta en el panorama lírico europeo, se unió a la fiesta con las “Cançons populars catalanes” armonizadas por Manuel García Morante, un grupo de siete piezas elevadas a la categoría de ‘Lieder’ que permitieron admirar las posibilidades técnicas y expresivas de este consumado intérprete.

De Joaquín Rodrigo Montserrat Seró interpretó el “Tríptic de Mossèn Cinto”, algo fagocitada por una orquesta carente de empaste y de equilibrio sonoro, antes de que Mercedes Gancedo despidiera la velada a media voz con todo un clásico de Xavier Montsalvatge, sus “Cinco canciones negras”, las mismas con las que Victoria dictó cátedra por medio mundo.

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