Fenómeno en 'streaming'

¿Por qué todo el mundo habla de 'Saltburn'? Las claves de un laberinto sexual y de clase

Crítica de 'Saltburn': gozosa pero frustrante

'Saltburn' es una tórrida y libidinosa mezcla de ‘El talento de Mr. Ripley’ y ‘Retorno a Brideshead’.

'Saltburn' es una tórrida y libidinosa mezcla de ‘El talento de Mr. Ripley’ y ‘Retorno a Brideshead’. / EPC

Quim Casas

Quim Casas

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¿Qué tiene ‘Saltburn’ para haberse convertido en un fenómeno en redes sociales (el hasthag en TikTok tiene 1.700 millones de visualizaciones) desde su estreno en Prime Video el pasado 22 de diciembre? De entrada no parece una propuesta estrictamente original, ya que baraja elementos procedentes de otros libros y películas. En la historia de un joven de clase humilde y padres drogadictos, Oliver Quick, que llega becado a la universidad de Oxford en 2006 y entabla amistad con Felix Catton, el hijo de una adinerada familia, hay ecos de ‘Retorno a Brideshead’, y de hecho en un momento del filme se cita a Evelyn Waugh. 

 Pero en las relaciones que Oliver establece con la familia de su amigo y sus verdaderos propósitos, la influencia procede de Patricia Highsmith y su primera novela sobre Tom Ripley llevada al cine por René Clément en 1959 (‘A pleno sol’) y por Anthony Minghella en 1999 (‘El talento de Mr. Ripley’). El dominio que el en apariencia tímido y apocado Oliver ejerce en los miembros de esta familia rica recuerda a los ángeles caídos embelesadores de ‘Teorema’ y ‘Brimstone and Treacle’, interpretados por Terence Stamp y Sting respectivamente.

 Si es un nuevo ‘Retorno a Brideshead’, lo es en clave de sexualidad epidérmica, obsesiva, cuando no hiriente: Oliver lame la bañera en la que Felix se ha masturbado. ¿Lo desea? Parece que sí. Pero ¿lo ama? “Todo el mundo quería estar con Felix”, recuerda Oliver al comenzar el filme. “Yo le quería, le protegía, pero ¿estaba enamorado de él?” A Oliver lo encarna Barry Keoghan. No es ninguna sorpresa, ya que la carrera de este actor dublinés de 31 años está marcada por personajes inadaptados como los que ha interpretado en ‘El sacrificio de un ciervo sagrado’, ‘Mantén la calma’ o incluso el superhéroe oscuro Druig de ‘Eternals’.

Una escena de 'Saltburn' de Emerald Fennell.

Una escena de 'Saltburn' de Emerald Fennell. / EPC

 Felix es Jacob Elordi, el actor joven (nació en Brisbane, Australia, hace 26 años) que en estos momentos está en boca de todo el mundo por su encarnación de un objeto de deseo abstracto en ‘Saltburn’, pero también por su papel de Nate en la serie ‘Euphoria’ y el de Elvis Presley en la ‘Priscilla’ de Sofia Coppola. Los dos actores representan muy bien el choque de identidades y la mutua atracción que se profesan sus respectivos personajes. Sobre ellos recae buena parte del peso de la película. 

 Las experiencias de Oliver en Oxford son más bien sórdidas. Es el único marginado junto a un genio histérico de las matemáticas y una chica que no sale de su cuarto porque padece agorafobia. Tampoco es que estén mucho más adaptados algunos de los profesores, como el tutor de Oliver y de Farleigh, el primo de Felix. Oliver pasa por todo tipo de situaciones desoladoras, como que se acuesten con él para dar celos a otro. Su único amigo de verdad es Felix, así que no es de extrañar que acabe siendo invitado a la insultantemente lujosa mansión de los Catton, una familia digamos que disfuncional. Richard E. Grant interpreta al padre, Rosemaund Pike a la madre (excéntrica por ser suaves), Carey Mulligan es la mejor amiga de esta –aunque no duda en humillarla– y Alison Over a la hija, de nombre Venetia, más seductora que su hermano. No falta un mayordomo inquietante encarnado por Paul Rhys.

Si 'Saltburn' es un nuevo ‘Retorno a Brideshead’, lo es en clave de sexualidad epidérmica, obsesiva, cuando no hiriente.

Si 'Saltburn' es un nuevo ‘Retorno a Brideshead’, lo es en clave de sexualidad epidérmica, obsesiva, cuando no hiriente. / EPC

 Aunque hay un laberinto en el patio de la mansión Saltburn, coronado con la escultura de un minotauro, la misma casa es de por si un laberinto en el que se pueden encontrar primeras ediciones de las obras de Shakespeare, cuadros de Rubens y la cama de Enrique VIII. Frente a la señora Catton hay que estar siempre afeitado. Todas las cenas, por discretas que sean, son en esmoquin y etiqueta. Claro que Felix, Oliver y compañía también juegan al tenis vestidos con esmoquin. Cosas de ricos y de quien pretende incrustarse, cual camaleón, en ese nuevo mundo de riqueza y hedonismo.

 El filme retrata este mundo desde la perspectiva ambigua de Oliver y a través de unas composiciones visuales muy estudiadas, a veces algo estetizantes, servidas por Linus Sandgren, director de fotografía de ‘La ciudad de las estrellas (La La Land)’, ‘Sin tiempo para morir’ o ‘Babylon’, tan recargada esta visualmente como ‘Saltburn’. Los Catton hablan sobre la sirvienta del poeta Percy B. Shelley, que un día le saludó en el jardín y después se dio cuenta de que el escritor estaba en ese momento de viaje por Italia, así que era su doble. Pero tienen tiempo para referencias más pop y actuales: meditan sobre si Harry Potter, Hermione y Ron hacían tríos.

La directora de 'Saltburn', Emerald Fennell, sabe de lo que habla: es de familia londinense de clase alta y también estudió en Oxford.

La directora de 'Saltburn', Emerald Fennell, sabe de lo que habla: es de familia londinense de clase alta y también estudió en Oxford. / EPC

 La directora Emerald Fennell sabe de lo que habla: es de familia londinense de clase alta y también estudió en Oxford. Ahoga a sus personajes en unas imágenes bellas y contradictorias, arrebatadas y estilizadas. Ya se le ha cuestionado a la realizadora sus composiciones demasiado estudiadas en detrimento del contenido. En una de las primeras secuencias parece que se esté justificando: el irónico y celoso Farleigh le discute a Oliver el estilo, pero no el contenido, de su trabajo académico. Fennell había destacado con su primer largo, ‘Una joven prometedora’, con Carey Mulligan llevando una doble vida al límite. Fennell también es actriz –la Camilla Parker Bowles de ‘The crown’– y tiene un papel en ‘Barbie’. De hecho, Margot Robbie, la Barbie de carne y hueso, es una de las productora de ‘Saltburn’.

 En X se han explayado con algunas secuencias de la película o el desnudo integral de Barry Kheoghan en uno de los momentos clave del filme, bailando por la mansión al ritmo de una canción de Sophie Ellis-Bextor, en una banda sonora ‘comme il faut’: Pet Shop Boys, MGMT, Ladytron, Arcade Fire y The Killers se escuchan a lo largo del relato. El filme se estrenó en salas en EE. UU y Canadá en noviembre, y ya ha recuperado con creces la inversión de 11 millones de euros. En ‘streaming’ se ha consolidado como la película de las dos semanas navideñas. Es efectiva, pero tiene también demasiados golpes de efecto.

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