El Liceu contrata por primera vez a una coordinadora de intimidad: "Antes se asumía que debías saber interpretar escenas de lujuria o violaciones"

Las escenas de pasión pueden dar mucho de sí en la ópera pero, ¿qué pasa si un intérprete no se siente a gusto con lo que quiere el director de escena o con la actitud de su partenaire en una secuencia íntima? Para evitar problemas existe una figura que se encarga de clarificar cualquier aspecto sobre cómo actuar en escenas relacionadas con el sexo o el desnudo en una producción.

Ita O'Brien, pionera y experta en estos asuntos que ha trabajado en series como 'Sex education' y 'Podría destruirte', ha estado trabajando en el Liceu como coordinadora de intimidad que con 'Antony & Cleopatra', la ópera de John Adams que se estrena en el Liceu este sábado dirigida musicalmente por el propio compositor. Es la primera vez que la especialista inglesa de 59 años colabora con un teatro de ópera en España.

Julia Bullock, la soprano norteamericana que encarna a la Reina de Egipto quiso requirió su presencia tras haber contado con O'Brien en la Royal Opera House de Londres en una producción de 'Theodora', de Haendel, dirigida escénicamente por Katie Mitchell. "Lo primero que hice fue tener conversaciones con la directora de escena, Elkhanah Pulitzer, para que entender su visión. En enero pasado empezamos a hablar".

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Su misión es que estos se sientan en todo momento a gusto con lo que pasa en escena en escenas comprometidas o íntimas. Se trata de ofrecer un marco seguro para explorar donde lo principal es que haya "acuerdo y consentimiento" entre los intérpretes para desarrollar la visión del director. "¿Cómo muestras esa pasión madura entre dos titanes, Marco Antonio y Cleopatra. Ambos compiten no solo intelectualmente, también física y emocionalmente". Mostrarlo con la máxima plenitud en las escenas de alcoba es parte de su trabajo y eso ha implicado unos ensayos específicos con los protagonistas.

"A diferencia de un actor, lo principal en una ópera es que el cantante pueda estar en una posición que le permita proyectar la voz cómodamente sin perder de vista al director musical. Ha de poder sentirse a gusto para dar su mejor versión. Y solo si tienen toda la información pueden dar lo mejor con la voz y entregarse a esta apasionante coreografía de Marco Antonio y Cleopatra", señaló O'Brien que este jueves estuvo revisando de nuevo el trabajo de los actores. Ha estado involucrada en el montaje de la producción en diferentes momentos.

El ritmo de ensayos y la forma de trabajar es diferente que en el cine. A diferencia de una película o una serie donde las escenas se pueden repetir, cortar y cambiar, en la ópera todo tiene que quedar fijado antes del ensayo general.

"Antes había miedo en las escenas íntimas porque no se daba tiempo para prepararlas de manera profesional"

"En el pasado había miedo en las escenas íntimas porque no se daba tiempo y espacio para prepararlas de manera profesional. El proceso de creación debe contemplar buscar el acuerdo y consentimiento de los artistas cuando hay desnudos y sexo. Antes se asumía que tú, como actor, debías saber interpretar escenas de lujuria o de violaciones... lo que fuera. Pero igual que cuando hay una pelea o un baile llaman a un especialista para enseñarles cómo hacer la coreografía del movimiento, las escenas íntimas requieren un tiempo para hablar y ensayar con un especialista", explica.

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Recomienda a los productores tener en cuenta el trabajo de los coordinadores de intimidad en el 'planning' de trabajo. "Con los intérpretes hay que hablar y preguntar: ¿Qué te va bien a ti? ¿Qué no? Les has de poder enseñar algunas habilidades y darles tiempo ensayar y coreografiar las escenas íntimas de manera sana".

Antiguamente, se daba por sentado que cualquier escena íntima era lo mismo porque somos animales sexuales. "Los actores tenían que espabilarse como podían. 'Eso lo arregláis entre vosotros era la actitud'", comenta O'Brien, que aparte de coordinadora de intimidad es directora de movimiento. Ella se ha dedicado siempre al mundo del espectáculo. Empezó a bailar los tres años y tiene experiencia como bailarina y actriz en teatro y musicales.

Antes del #MeToo

El movimiento del #MeToo ha propulsado la figura de coordinadora de intimidad. "Antes no había interés en malas prácticas", recuerda O'Brien. Y comenta que en realidad ella se empezó a interesar por el tema del abuso años antes de que estallara el #MeToo en Hollywood, que llevó a la cárcel al poderoso productor Harvey Weinstein. Cuenta que en 2014, a raíz de su interés por cómo actúa el depredador con su víctima había desarrollado una metodología para evitar problemas en el set. Una amiga suya la invitó a explicar su método en Escuelas de Arte Dramático. En 2017 ya tenía una guía elaborada con las reglas principales. Hay 15 recomendaciones a tener en cuenta en su 'Intimacy on set guidelines'.

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Desde luego, los ensayos privados a los que Plácido Domingo invitaba a sus partenaires se saltan la regla fundamental: "Siempre ha de haber una tercera persona en un ensayo. Tiene que haber un ojo externo para que todo sea profesional", explica. Otras recomendaciones especialmente útiles de cara a evitar situaciones incómodas y abusos en las audiciones son: "Como mínimo hay que llevar bañador si en la audición hay desnudez o escenas íntimas. Te han de avisar con antelación de ello y has de poder llevar a alguien contigo a la prueba para que te apoye".

"No somos terapeutas como algunos creen. Para eso existen especialistas que ayudan a la parejas"

¿Qué conocimientos se necesitan para ser coordinador de intimidad? Lo fundamental es "entender las relaciones entre intérprete y director" pues su misión es facilitar al máximo el entendimiento entre ambos cuando hay escenas íntimas. "Pero también va bien tener conocimientos de danza o de teatro físico". ¿Y de psicología? "Es un aspecto muy importante, pero no somos terapeutas como algunos creen". 

Terreno pantanoso

No sabe decir exactamente cuántos especialistas como ella existen actualmente pero calcula que hay cientos. Se están formando a especialistas en EEUU y en Australia y Nueva Zelanda hay varios colegas acreditados por ella. Actualmente tiene a seis personas ya formadas a quienes asesora. "El problema es que no se pide ningún requisito en la industria para acreditar como tal al coordinador de intimidad. Cualquiera se puede presentar. Hace poco un productor de televisión me contactó para preguntarme por una persona que quería trabajar como tal y aseguró que yo era su mentora. ¡Era mentira!". 

Aunque su trabajo es tenido cada vez más en cuenta reconoce que muchos siguen sin valorarlo. "Lo más complicado para mí no son las escenas de abuso sexual porque está todo pactado y hablado. Lo peor es llegar a un lugar y sentirme rechazada. Todavía noto mucha resistencia hacia mi trabajo", lamenta.

En esos momentos más vale agarrase las flores que le lanzó Michaela Coel cuando recogió su premio Bafta como mejor actriz por su rol en 'Podría destruirte'. En su discurso agradeció a O'Brien su dedicación destacó la importancia de "auspiciar espacios seguros y crear límites físicos, emocionales y profesionales para que podamos trabajar sobre la explotación, la pérdida del respeto o el abuso de poder sin ser explotados o abusados en el proceso".