Hideo Nakata, director de 'The ring': "Las mujeres siempre me han parecido más interesantes que los hombres"

El principal motivo por el que Hideo Nakata recoge una Màquina del Temps es haber dirigido 'The ring (El círculo)', de cuyo estreno japonés se ha cumplido este año un cuarto de siglo. Su festín de magnética imaginería (sobre todo, esa cinta de vídeo de extraño montaje o esa mítica fantasma llamada Sadako saliendo del televisor) ya valió un premio al cineasta en este festival, el de mejor película en 1999.

Poco de lo que ha hecho desde entonces, tan solo la sublime 'Dark water' de 2002, cuenta con una reputación similar. Su nueva historia de fantasmas, 'Juego prohibido' (Panorama), que llegará a las salas españolas el 20 de octubre, tampoco es el gran retorno de Nakata que algunos ansiamos, pero se lleva una estrella extra por su espíritu lúdico: divertirse es bueno para la salud. "Quería hacer una película que pudiera atraer a los jóvenes", explica Nakata. "Para eso debía introducir elementos cómicos, o de lo contrario este público no la aceptaría. Si quería atraerles, debía añadir cosas graciosas". 

El desparpajo del director a la hora de sacudir referencias ('El cementerio viviente', 'El exorcista', 'Terminator') es encantador y hasta hipnotizador. "Admito esas influencias, pero deben ser sobre todo inconscientes. Evidentemente, admiro 'El exorcista'. Soy lector de Stephen King y me interesan las películas basadas en su obra, pero tampoco me senté a revisar 'El cementerio viviente' antes de empezar el rodaje", advierte. 

Las mujeres en el centro

En esta adaptación de una novela de Karma Shimizu, una casi perfecta familia nuclear se rompe en pedazos cuando Miyuki (Uika First Summer), la esposa y madre, fallece en un accidente. Después de que su pequeño hijo Haruto (Minato Shougaki) trate de revivirla usando un hechizo teóricamente de broma, empieza la pesadilla para el padre y viudo Naoto (Daiki Shigeoka) y, sobre todo, la pobre reportera Hiroko (Kanna Hashimoto), que un día osó beber los vientos por este último. 

Marido e hijo tienen un rol en la historia, pero en realidad, el conflicto se dirime entre dos personajes femeninos de carisma bastante superior. "Desde que soy pequeño, las mujeres siempre me han parecido más interesantes", dice Nakata. "Ya cuando hice 'The ring', luché para que [la periodista] Reiko fuera una mujer y no un hombre, como en el libro. Tanto al guionista [Hiroshi Takahashi] como a mí nos parecía que la pasión del personaje era más creíble con una mujer".  

Círculo infinito

El acierto fue pleno y nació una complicada franquicia. El estudio Toho produjo dos secuelas distintas y que se contradecían entre ellas; llegaron los inevitables 'remakes', uno surcoreano y el otro estadounidense, del que el propio Nakata dirigió su segunda parte (y el cordobés F. Javier Gutiérrez, la tercera); se hicieron desde películas en 3D hasta un 'crossover' con 'La maldición (The grudge)'. Nada de esto entraba en la imaginación de Nakata en 1998: "Nunca creí que fuera a convertirse en la saga en que se ha convertido. En el festival Fantasia de Montreal expliqué un poco cómo hice el primer filme y le dije al público: 'No contéis esto a los de Hollywood'. Los métodos de las industrias son tan distintos. Se me hacía difícil imaginar que un día iría allí para hacer la secuela de un 'remake' de mi propia película".

Fue lo primero y último que hizo en Estados Unidos: acabó abandonando 'The eye', 'remake' del clásico de los hermanos Pang, para rodar 'Kaidan' en Japón. Llegó a dirigir un documental sobre la experiencia (o mejor, el calvario) hollywoodiense de directores llegados de países lejanos. "Pero no me importaría volver a probar algún día", señala. "A veces me llegan propuestas de la televisión por cable. Y también me interesa Reino Unido, donde dirigí 'Chatroom' en 2010". 

Nakata ha mantenido un ritmo de trabajo vigoroso a lo largo de la última década y media. De sus muchísimas obras recientes, defiende particularmente la comedia de 2018 'Owatta hito' ('Un hombre acabado'), "sobre un hombre que se jubila, no tiene nada que hacer, se empieza a pelear todo el rato con su mujer… Me encantaría que más gente la viera".

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